El V16 por sí solo genera 986 hp, prácticamente igualando la potencia del W16 del Veyron original, pero lo hace sin la ayuda de cuatro turbos. Sin embargo, lo que era suficiente hace 20 años es hoy en día Little League, pero con el sistema híbrido el Tourbillon supera esa cifra al agregarle 789 hp.
El nuevo V16 hace un ruido como una motosierra inyectada con nitro mientras sube las revoluciones en su camino para generar un total de 1.775 hp y una cantidad no especificada, pero presumiblemente enorme, de torque.
El Bugatti en realidad no parece tener un reloj tourbillon, pero lo que importa aquí es la declaración que está haciendo sobre la tecnología que perdura. Mientras que todos los demás fabricantes de automóviles, incluido Porsche, se están sumando a la tendencia de los tableros totalmente digitales que se ven muy bien ahora, pero que se verán vergonzosamente anticuados, si es que todavía funcionan, en 30 años, Bugatti está tratando de crear algo atemporal.
El resto del interior se parece mucho al del Chiron, pero presenta algunos detalles muy cuidados. Uno de ellos es el pomo de la consola que se utiliza para encender el Tourbillon, que se quita el sombrero ante los clásicos de principios del siglo XX. Al tirar de él, se enciende el V16 y al empujarlo se mata. La caja de pedales ajustable eléctricamente (los asientos son fijos) es otro punto a destacar, pero fácilmente lo más interesante es el volante.
Al igual que el del reciente concepto de SUV Neue Klasse X de BMW, tiene dos radios montados a las 6 y a las 12 en punto. Pero lo que realmente lo hace inusual es el buje fijo y el hecho de que los radios están montados detrás del paquete de indicadores, lo que significa que el Bugatti 'B' siempre permanece en posición vertical, y la vista del conductor de los instrumentos nunca está bloqueada por los radios.
Hemos dejado el exterior para el final para decidir si le gusta o no. Y porque, en nuestra opinión, no avanza del todo en la forma en que lo hacen el motor y los detalles del interior. |
El hocico en herradura también es un tanto exagerado y la cola que le resultará sospechosamente familiar a cualquiera que haya mirado con los ojos la punta del de un McLaren P1. |
La producción está limitada a 250 unidades, con pruebas ya en marcha y los primeros clientes programados para recibir sus autos en 2026. |
Se habla de un precio de 4,5 millones de dólares o más si has solicitado ningún toque personal.
Héctor Daniel Oudkerk (https://diarioautomotor.com.ar/)
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