Lanzado en 2017, su éxito apenas ha disminuido con el paso de los años, pero es hora de una renovación. El T-Roc lanza su segunda generación, impulsado por el deseo de mantenerse al tope de ventas.
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| Más de dos millones de unidades del SUV compacto se han vendido en todo el mundo desde 2017, lo que significa que la marca alemana tiene mucho en juego. Naturalmente, esta nueva generación del T-Roc incorpora elementos de diseño de los modelos Volkswagen lanzados en los últimos meses. |
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| Su diseño es moderno y dinámico, combinando largas franjas en los faros y pasos de rueda esculpidos. Sus faros de una sola unidad, que pueden equiparse opcionalmente con faros matriciales ID.Light (570 € en los modelos Style y R-Line), están conectados por una barra de luces con un logotipo iluminado en el centro. |
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| Pero la verdadera novedad que conquistará a todos es el aumento de longitud del T-Roc, que crece 12 cm hasta los 4,37 m. Afortunadamente, este estirón no ha afectado negativamente a su apariencia. |
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| En la parte trasera, también hay muchos elementos inspirados en otros modelos de la gama, como el ID.4, con una barra de luces que ocupa todo el ancho. Desde esta perspectiva, se percibe que Volkswagen ha querido acentuar el carácter musculoso y deportivo del T-Roc. Esto se aprecia especialmente en el nuevo pliegue del portón trasero y en su luneta trasera con una inclinación bastante pronunciada. |
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| En el interior, los cambios también son numerosos. Desde su actualización de mitad de ciclo en 2022, la primera generación ya había corregido sus deficiencias en cuanto a acabados. Ahora, es aún mejor. El diseño es sofisticado y moderno, con un salpicadero simplificado y un elemento horizontal revestido con una tela nunca antes vista en un Volkswagen. Una decisión audaz que, sin duda, dejará a algunos clientes con dudas. El acabado es impecable y el diseño general está muy en línea con las tendencias actuales. |
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| Además, entre las mejoras, cabe destacar una importante actualización tecnológica, ya que el T-Roc hereda dos nuevas pantallas: un cuadro de instrumentos Digital Cockpit Pro de 10 pulgadas de serie, personalizable, por supuesto, y una pantalla táctil central de 10,4 o 12,9 pulgadas según el nivel de equipamiento, con asistente de voz mediante ChatGPT. El T-Roc también incorpora un dial de control con pantalla digital, como el Tiguan y el Tayron (opcional). En cuanto a la practicidad, el SUV compacto también gana espacio de almacenamiento al desplazar, por ejemplo, la palanca de cambios a la derecha del volante. El espacio liberado permite una amplia superficie para colocar y cargar un teléfono de forma inalámbrica. |
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| Finalmente, la última gran ventaja de esta nueva generación: ¿recuerdan que es 12 cm más largo? Pues se nota en el interior, ya que los pasajeros traseros van notablemente más cómodos. No es magia, sino que la distancia entre ejes ha aumentado 3 cm. El tapizado del techo esculpido también es un buen detalle, ya que evita que los pasajeros más altos se golpeen la cabeza contra el techo. Nada revolucionario, pero para una familia pequeña, el espacio en la segunda fila ahora es adecuado. Lo mismo ocurre con el baúl, que ha crecido 20 litros hasta una capacidad total de 465 litros. |
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| Al adoptar una plataforma MQB Evo rediseñada, ya vista en el Tiguan y el Tayron, el SUV finalmente recibe una verdadera dosis de electrificación. En su lanzamiento, utiliza motores ya conocidos: el 1.5 eTSI de cuatro cilindros con tecnología mild-hybrid de 48 V, disponible en versiones de 116 o 150 CV, equipado con el ciclo Miller y un sistema de desactivación de cilindros. La gran novedad llegará en 2026 con un nuevo sistema de propulsión híbrido no enchufable. La combinación de motor y caja de cambios DSG7 también funciona de maravilla. Se ha perdido la versión Diésel y la caja manual. |
A pesar de las grandes ruedas de nuestra versión R-Line, el confort de marcha es mejor que en la generación anterior especialmente en los modelos que incorporan la amortiguación adaptativa DCC, que permite personalizar el confort de la suspensión sin llegar a ser excesivamente duros. A pesar de su dinamismo, el T-Roc no es deportivo y se revela en las primeras curvas, tomadas con cierto entusiasmo, con un subviraje moderado. Sin embargo, nada drástico: el T-Roc cumple con su propósito familiar, y eso es bueno.
En el mejor de los casos, el T-Roc también tiene la sensatez de no subir sus precios. El precio de partida incluso ha bajado, por debajo de los 30.000 € para la versión de 116 CV y el modelo tope de gama parte de los 42.500 €, sin contar opciones adicionales como la impresionante suspensión adaptativa.
Veredicto: A pesar de la dificultad, la tarea se ha cumplido: Volkswagen ha logrado mejorar su superventas, el T-Roc, haciéndolo más acogedor y cómodo sin aumentar significativamente el precio. Aunque ahora roza el segmento premium.
Héctor Daniel Oudkerk