 |
El Mibot de KG Motors ya atrae a miles de clientes japoneses. Este microcar eléctrico, diseñado para las ciudades, podría convertirse en un éxito.
|
Japón es conocido por sus kei cars, estos diminutos automóviles que son la solución a las ciudades congestionadas y se benefician de exenciones fiscales. Pero el que está despegando actualmente es aún más pequeño.
Y, sobre todo, no lo vende ninguno de los principales fabricantes japoneses, a pesar de que todos participan en el mercado de los kei cars. Se trata de un coche microurbano lanzado por KG Motors, una ambiciosa empresa emergente, y se llama Mibot. Una contracción de "movilidad" y "robot".
 |
| Con tan solo 2,49 m de largo, es 3 cm más largo que un Citroën Ami. Aun así, es mucho más angosto, ya que es un monoplaza. Esto lo hace incluso más pequeño que los coches japoneses pequeños, pero también mucho más económico. |
Con un precio de 1 millón de yenes (unos 6.100 €), cuesta la mitad que el coche eléctrico más vendido en Japón, el Nissan Sakura.
 |
| Estéticamente, es su ancho de 1,13 m lo que sorprende gracias a sus asientos en fila (1,39 m para el Citroën Ami). Con sus amplias superficies acristaladas, sus pequeños faros redondos y sus luces traseras ligeramente anticuadas, parece el vehículo del futuro, tal como lo imaginábamos... ¡hace 30 o 40 años! En cuanto al diseño, comparte algo con el Citroën Ami: la parte delantera podría perfectamente ser la trasera. Y viceversa. Esto se explica por la necesidad de reducir los costes de producción, con piezas de carrocería compartidas e idénticas. |
 |
| Obviamente, no se esperan prestaciones desorbitadas: la velocidad máxima es de 60 km/h y la autonomía no supera los 100 km. Esto lo hace ideal para trayectos urbanos cortos, donde la congestión y el estacionamiento son un factor determinante. |
 |
El interior del Mibot es moderno. Tras el asiento individual del coche, se esconde un maletero con capacidad para equipaje de no más de 45 kg.
|
 |
| “Ver tantos vehículos grandes en nuestras estrechas calles fue el punto de partida para mí”, afirma su fundador, Kazunari Kusunoki. ¿Su idea? Ofrecer una alternativa realista, ligera e inteligente a una población que envejece y se concentra en zonas urbanas. Fue una buena decisión, ya que el vehículo es todo un éxito: se registraron 1.000 pedidos anticipados en el primer mes. Para mayo de 2025, esta cifra había ascendido a 2.250 unidades, más que la cantidad de vehículos eléctricos vendidos por Toyota en Japón en 2024. Y por ahora, la producción ni siquiera ha comenzado. Está prevista para octubre, con una primera serie de 300 vehículos entregados en marzo de 2026 en Japón. Posteriormente, se exportarán 3.000 unidades, antes de aumentar a un ritmo anual de 10.000 vehículos. KG Motors incluso planea vender la primera serie con pérdidas para consolidarse mejor. |
Héctor Daniel Oudkerk