Subaru va a tener que destruir 293 unidades de su modelo Ascent por un error de código en uno de los robots que tenía como misión la soldadura de ciertas partes de los vehículos. Algunos puntos, los que sostenían las bisagras de la puerta de la segunda fila, no fueron aplicados.
La consecuencia de esto es una carrocería que carece de la resistencia adecuada, lo que deriva en que los siempre adecuados estándares de seguridad de la firma en este sentido no se cumplen.
Cualquiera fallo en éstas puede ser fatal, y eso es algo que acaba de comprobar Subaru en su fábrica de Indiana, Estados Unidos.
Subaru ha reaccionado rápido ante el problema. El fabricante japonés ha retirado todas las unidades afectadas y ha reconocido que no existe remedio posible, de tal forma que se va a proceder a la destrucción de las mismas. Por suerte solamente nueve de éstas habían abandonado ya el concesionario. Además Subaru ha confirmado que se hará cargo de estos clientes al prometer que les entregará un coche totalmente nuevo.
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