Lando había dominado gran parte de la carrera, pero un error en la estrategia cuando la lluvia llegó en las ocho vueltas finales lo postergó hasta la séptima posición.
Sainz con su Ferrari ilusionó en el arranque de la competencia cuando superó al poleman Lando Norris para tomar el liderato en una largada donde Lewis Hamilton quedó algo retrasado.
Pero a las 15 vueltas el español tuvo que ir a boxes para colocar el compuesto duro perdiendo la punta y no recuperándose más.
Verstappen en el giro 25 largando del fondo ya era quinto, por detrás del Alpine de Fernando Alonso y con diversas vueltas rápidas en su poder hasta ese momento y Norris con su equilibrado McLaren lideraba por 11 segundos sobre Lewis Hamilton y 13 segundos respecto a Sergio Pérez, tercero en ese momento.
Hamilton fue el primero del top tres en ir a los boxes en la vuelta 27, un movimiento que Verstappen copió con ambos pilotos colocando la goma dura. Un giro después fue el turno de Norris de completar lo que debía ser su única detención de carrera.
Hamilton volvió en la octava posición, por detrás de Sainz y Pierre Gasly a los que se quitó en menos de cuatro vueltas para ascender al quinto, justo detrás de Norris y a menos de 10 segundos de diferencia.
Pérez se encontró al no haber parado en la punta con seis segundos de ventaja sobre Alonso y nueve a Charles Leclerc, todos ellos con una estrategia de arranque con e compuesto duro.
El liderato del piloto mexicano terminó cuando Red Bull decidió llamarlo a pits en la vuelta 37 para colocarle el neumático medio. La parada tuvo un problema en el cambio de la goma trasera derecho perdiendo 8.9 segundos que lo sentenció a regresar a quinta posición.
Con todos los líderes con su visita a los boxes cumplida Norris recuperó la punta, pero con menos de 2.5 segundos de ventaja sobre Hamilton con Sainz en tercero a 23 segundos.
El panorama cambió con siete giros para la conclusión cuando la lluvia llegó al circuito. Norris y Hamilton fueron los primeros en sentir los efectos y su diferencia entre ambos se redujo a tres décimas de segundo, pero también sufriendo de una pista resbaladiza que los hacía deslizarse en la trayectoria.
La confusión trajo una disparidad en las estrategias. Ferrari optó por llamar a Sainz para colocarle intermedio con cinco giros restantes en el contador, una estrategia que también siguió Verstappen. En la cima, Hamilton fue el primero en cambiar a llanta para lluvia en el giro 49, esto mientras Norris intentaba seguir con gomas de seco.
Las condiciones se hicieron inmanejables a tres giros del final. Norris no tenía el control de su McLaren y parecía conducir en hielo, un mismo problema que padecieron Alonso y Pérez con todos ellos perdiendo la posibilidad del podio.
Hamilton avanzó así muy cómodamente al liderato gracias a su cambio temprano al compuesto intermedio, al igual que Verstappen y Sainz que recibieron su recompensa… pero esto no fue suerte. El retraso en la decisión de los equipos de Norris, Pérez y Alonso los condenó a estar fuera de los cinco primeros sin dudas.
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