martes, 18 de junio de 2019

Mazda pone una gota de racionalidad y se planta contra la moda... ha limitando el uso de pantallas táctiles en sus nuevos modelos por considerarlas potencialmente peligrosas

Mazda se va a convertir en la primera marca en decir no al movimiento pro-pantallas táctiles y sus controles táctiles...el fabricante japonés ha decidido llamar a la concientización y dar la espalda a las súper pantallas táctiles porque, en su opinión, son potenciales fuentes de accidentes debido a que son una fuente grande de distracciones.
Se calcula que el 30% de los accidentes están causados por las distracciones al volante y en muchos casos los propios automóviles puedan convertirse en elementos que distraen de la atención.
Mazda ha decidido aportar su granito de arena y en el nuevo el Mazda3 limita el uso táctil de las pantallas en favor del HMI Commander de la marca. El compacto japonés tiene una pantalla de 8,8 pulgadas, pero está situada en una posición lejana al conductor y más próxima a su campo de visión para que, si este tiene que usarla, apenas modifique ni hacia dónde está mirando ni el enfoque de su visión.
No se han integrado las funciones básicas en la pantalla como es moda actualmente en que todo se controla digitalmente.
Antes en nuestros vehículos los controles los teníamos memorizados y sabíamos para qué era cada botón, dónde estaba y cómo teníamos que manipularlo. Luego llegaron los volantes multifunción y todo bien...nos evitaron tener que apartar las manos del volante para algunas funciones, incrementando la seguridad , pero de un tiempo a esta parte se han ido añadiendo otros sistemas como las pantallas táctiles, los controles en la consola, reconocimiento de escritura o reconocimiento gestual, por lo que una misma función se puede hacer de hasta cuatro cinco maneras diferentes que requieren apartar las manos del volante, mirar a la pantalla y lo que es peor distraer nuestra atención dejando de lado el camino.
A medida que las pantallas táctiles han ido cobrando protagonismo los botones físicos han ido desapareciendo , y con ellos esa capacidad para cambiar de canción o regular la temperatura del habitáculo sin tener que soltar el volante y, más importante, sin mirar para ver lo que estamos haciendo. Este estudio afirma que las pantallas táctiles generan distracciones visuales, mentales y físicas que son potencialmente peligrosas.
No hace falta irse a sistemas absolutamente digitalizados como ocurre en los Tesla Model 3..

...o en sus hermanos de marca o en el absurdo salpicadero con tablet de 48 pulgadas del Byton M-Byte. Salvo honrosas excepciones prácticamente la totalidad de las compañías han seguido un camino similar integrando el control de casi todas las funcionalidades de confort a través de pantallas táctiles XXL.

Ya no sólo el sistema de infoentretenimiento se controla a través de una pantalla, sino que también se ha seguido suprimiendo botones físicos para asimilar las funciones cotidianas de climatización, iluminación y otros sistemas de ayuda del vehículo.
Este tipo de controles tienen un inconveniente doble: por un lado necesitaremos varias pulsaciones para controlar una función sencilla como cambiar de emisora o bajar la temperatura del aire acondicionado. Por otro lado y más importante es prácticamente imposible que podamos manipular estas funciones sin apartar la vista de la carretera.
Un botón físico siempre tiene la misma forma, siempre está en el mismo sitio y siempre funciona de la misma manera. 
El minimalismo se lleva hasta tal extremo, que incluso algo tan cotidiano como ajustar los espejos retrovisores exteriores te obliga a tocar la pantalla.
Como alternativa también está el control por voz que desde hace años lleva intentando implantarse con no demasiado éxito en los coches. A los sistemas propios de los fabricantes se suman Android Auto, Apple Car Play y otras virguerías como la inteligencia artificial de Mercedes-Benz User Experience (MBUX)
Por otro lado quizá no todo sea una cuestión de concienciación ni un acto de honestidad por parte de la marca japonesa. La eliminación de este tipo de tecnologías en sus coches supone una vuelta al pasado, a tecnologías absolutamente probadas y que también podría tener su justificación económica porque supondrá un ahorro lógico devenido de un sistema más asequible de implementar. Y es que al final las cosas sencillas son las que mejor funcionan, pero si además son más seguras para todos, mejor. fuente motorpasion.com

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