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martes, 8 de julio de 2025

Fórmula 1 / La FIA contempla el regreso de los motores V8 a la F1 y esto sería para el 2029. Así lo ha adelantado el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem.

El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem considera que el regreso de los motores V8 a la F1es la vía más sensata a seguir para el futuro de la categoría reina del automovilismo.

La actual normativa de motores –basada en unidades híbridas V6 de 1.6 litros– será modificada para 2026, incluyendo un aumento en el uso de energía eléctrica y la incorporación de combustibles sostenibles. Sin embargo, desde hace meses se discute si esta evolución era realmente el camino correcto, tanto desde el punto de vista técnico como económico.

A inicios de 2024, la Comisión de F1 debatió la posibilidad de sustituir la actual fórmula por una configuración atmosférica, como los motores V8 o incluso V10. La propuesta buscaba simplificar el diseño, reducir costes y, de paso, recuperar el sonido característico que tantos aficionados añoran. Pero la fuerte oposición de los fabricantes –que ya han invertido cantidades considerables en los futuros propulsores híbridos– y que amenazaban con retirarse de la categoría llevó a posponer cualquier decisión de cambio drástico.

Pero Ben Sulayem asegura que el análisis continúa y que la tendencia parece inclinarse gradualmente hacia su propuesta. "Cuando mencioné los motores V6, V8, V10 o V12, era una idea… para mantener el negocio. El motor actual es demasiado complejo. Y es costoso. La investigación y el desarrollo están alcanzando los 200 millones", ha explicado en un encuentro con varios medios, entre ellos PlanetF1. "Mucho más barato, entre 90 y 100 kilogramos más liviano, lo que significa que si sumamos lo que tenemos que añadir en seguridad por la electricidad, que vale 50 kilogramos, será aún menor el peso. Lo peor para un piloto es el peso; el coche será más pequeño y mejor, y luego el sonido, lo tendrás", ha afirmado el presidente de la FIA.

Según sus palabras, un motor V8 no sólo permitiría abaratar significativamente los costos de desarrollo y mantenimiento, sino que además podría alivianar considerablemente los monoplazas.

Ben Sulayem considera que el gran reto será acordar detalles técnicos como la cilindrada exacta o el número definitivo de cilindros. Pero en su visión, estas cuestiones son secundarias frente al objetivo principal.

"Lo único que tenemos que ajustar son los aspectos técnicos: ¿es 2,5, 2,6 o 3 litros? ¿A quién le importa? ¿Es un V8 o un V10? Depende de los equipos. Tenemos que hacerlo pronto. Cuando digo pronto, me refiero a… 2026 está a la vuelta de la esquina. Tardará al menos… se necesitan tres años. Así que, con suerte, para 2029 tendremos algo allí", añadió.

Consultado sobre si lograr esta transición sería su mayor legado al frente del organismo rector del automovilismo, su respuesta ha sido clara. "Es lo correcto. Es lo correcto para sostener el negocio".

Para Ben Sulayem, el verdadero objetivo de la FIA no es una electrificación forzada, sino cumplir con las metas medioambientales por cualquier vía tecnológica viable. "Se trata de alcanzar las cifras en lo que respecta al medio ambiente. Si podemos lograrlo de una manera u otra, ¿a quién le importa? Híbrido, hidrógeno, combustible sostenible, combustible sintético… mientras lo consigamos. Pero entonces simplifica el motor, simplifica el coche", ha sentenciado.

Héctor Daniel Oudkerk

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