Aunque nunca deja de criticar las políticas y cargas administrativas europeas, Elon Musk no se olvida de hacer negocios allí. El multimillonario ofrece sus servicios a fabricantes históricos del Viejo Continente. Un acto de caridad bien remunerado, para ayudarles a cumplir con sus obligaciones regulatorias sobre las emisiones de CO2.
Según el analista eléctrico especializado Matthias Schmidt, Tesla presentó el lunes una "declaración de intenciones" a Bruselas para formar un "pool" de fabricantes.
A partir de 2025, el umbral medio de emisiones de CO2 permitidas se reducirá un 15%, hasta alcanzar un máximo de emisiones de 81 g/km por cada automóvil nuevo puesto en circulación. En caso de superar el límite, los grupos automovilísticos tendrán que pagar una multa de 95 euros por cada gramo adicional de CO2 emitido por cada coche vendido. Luca de Meo, director general de Renault y entonces presidente de la asociación de fabricantes europeos, estimó el importe de las multas entre 10.000 y 15.000 millones de euros.
Para reducir el nivel medio de emisiones de CO2, los fabricantes tuvieron que aumentar la proporción de vehículos totalmente eléctricos en su combinación de automóviles matriculados. O reducir las ventas de motores térmicos. O incluso hacer un poco de ambas. Ante la desaceleración del mercado eléctrico, mantener los compromisos europeos se convertía en un desafío. Y los constructores encontraron una ruta de escape.
La Unión Europea permite otra solución. Se trata de formar un “pool” con un fabricante más virtuoso, es decir, un fabricante de autos de cero emisiones, con el fin de reducir las emisiones medias generales de las flotas matriculadas en suelo europeo. Compártelos para diluirlos mejor.
Esto es lo que acaban de elegir Stellantis, Toyota y Ford al negociar una asociación con Tesla. El fabricante estadounidense, tiene el poder de vender una especie de "permiso de contaminación" a sus competidores. Mazda y Subaru también serían parte de este “pacto verde” fácil y conveniente.
Otros actores también podrían asociarse con Tesla o fabricantes chinos. "El grupo Volkswagen probablemente se aliará con marcas chinas como ya lo ha hecho en el pasado", predice Matthias Schmidt en Les Echos. Renault podría asociarse con las marcas chinas Geely, siendo ambos grupos ya socios en la entidad Horse. Una solución para los fabricantes presentes en suelo europeo, pero ¿a qué precio?...un precio algo menor que el de las multas de la Unión Europea.
Héctor Daniel Oudkerk
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