Sin embargo, en los últimos meses, la empresa se ha visto atrapada en una espiral de problemas financieros graves, fallos de producción y pérdida de inversores clave. Factores que habrían adelantado su quiebra definitiva.
En noviembre de 2024, se acogió a su reorganización en un intento de obtener liquidez. Sin embargo, el panorama financiero no mejoró: a finales de 2024, la deuda de la empresa ascendía a 8.000 millones de dólares, con un pasivo de 58.000 millones de coronas suecas frente a activos de solo 23.500 millones.
La falta de inversión ha sido determinante en el desenlace de Northvolt. En enero de 2025, la empresa buscaba desesperadamente nueva financiación por valor de 1.200 millones de dólares, pero los intentos fracasaron. A esto se sumó la pérdida de clientes clave, como BMW, que canceló un contrato de 2.000 millones de euros por los problemas de calidad y cantidad en la producción de celdas de baterías.
A partir de ahora, las esperanzas están puestas en otras iniciativas como Automotive Cells Company (ACC), el consorcio franco-alemán respaldado por Stellantis, Mercedes-Benz y TotalEnergies. Sin embargo, ACC también enfrenta retos importantes: su producción todavía es limitada y algunos de sus proyectos están paralizados.
Héctor Daniel Oudkerk
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