La caída se explica por problemas en la cadena de suministros y también por una fragilidad en el mercado chino, donde el descenso interanual fue mucho más acusado y se desplomó un 49%. Los chinos ya están comprando sus marcas y no tienen ansiedad por las europeas.
La empresa añadió que debía ser más realista en cuanto a los plazos de lanzamiento de sus productos, ya que los objetivos demasiado ambiciosos generan "importantes costos innecesarios" y decepcionan a los clientes. La marca se está centrando en el lanzamiento del modelo híbrido Valhalla para 2025, con entregas a partir de la segunda mitad del año. El primer modelo totalmente eléctrico de Aston Martin está previsto "para finales de esta década", un lanzamiento que ya se había pospuesto a 2026 el año pasado.
Aston Martin espera regresar a los beneficios en este 2025, con un flujo de caja positivo en la segunda mitad del año. Para 2026, la previsión es que el flujo de caja esté siempre en números verdes. Las llegada del Valhalla, que se empezará a fabricar este año y que tendrá una producción de 999 unidades a razón un de unas 850.000 libras cada una, bien podría ayudar.
“De cara al futuro, mi prioridad es ir hacia una empresa sostenible que dé beneficios”, dijo su CEO Adrian Hallmark, que asumió el cargo a finales de 2024 tras ocupar el mismo puesto en Bentley.
Un obstáculo extra no menor que se sumaría al de China podrían ser los posibles aranceles comerciales introducidos por el presidente estadounidense Donald Trump, que podrían afectar a las exportaciones de automóviles británicos a EEUU, su principal mercado.
Héctor Daniel Oudkerk
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