Las verdades absolutas no existen y solamente pasado el tiempo y mirando a la distancia es cuando podemos vislumbrar cuán errada estaba la industria del automóvil en su apuesta absoluta por el downsizing, en donde el único objetivo era reducir emisiones de CO2 sin importar los NOx o las partículas.
Todos los fabricantes apostaron por reducir cilindros y cilindrada para pasar los test del NEDC sin inconvenientes.
Es una prueba diseñada para evaluar objetivamente el impacto medioambiental de los automóviles y está orientada a informar a los consumidores.
La moda de los motores cada vez más pequeños y comprimidos ha llegado a su fin...El advenimiento de las nuevas puebas de emisiones en condiciones reales de uso no sólo está acabando con muchas soluciones hoy habituales, sino que fundamentalmente ataca de forma directa el diseño de los motores que se habían vendido como la mejor forma para reducir el impacto medioambiental de los motores de combustión interna. Hablamos del famoso downsizing.
El grueso de los fabricantes hicieron del downsizing el principal arma de ataque para reducir las emisiones de CO2 en sus motores. El objetivo era sencillo, atacar las emisiones de CO2 empleando motores de mínima cilindrada, repletos de tecnología y muy comprimidos en materia de relación de compresión, mezclas muy pobres y sobrecargados con turbos. Con estas medidas se atacaba de forma directa a la generación de CO2, pero por contra se dejaba en el olvido la generación de NOx y partículas que por fin comienzan a verse como las emisiones nocivas que realmente son.
Centrarse únicamente en reducir el CO2 ha sido un gran error, y por eso el downsizing sin más no tiene sentido
El descubrimiento del escándalo de motores trucados de Volkswagen no sólo destapó una mala praxis, sino una legislación obsoleta que se había convertido en un mero procedimiento para los fabricantes. Además, la"viveza" de los fabricantes a la hora de cumplir con las normativas anticontaminación disparaba la desviación entre consumos/emisiones homologados y consumos/emisiones reales. Ahora, todo esto ya salió a la luz, y así se gestaría la introducción de un ciclo de homologaciones en condiciones reales de uso que está barriendo con todas las medidas que hasta ahora habían servido para cumplir fácilmente las normativas Euro.
Como último ejemplo de este camino diferente, el motor de nafta SKYACTIV-X, que no solo prescinde de turbo, sino que además incorpora una solución técnica innovadora, y pionera, siendo capaz de llevar a cabo el encendido mediante compresión - como un diésel - y no solo por chispa, lo que se traduce en unos consumos muy ajustados.
Mazda nadaba contracorriente, era la señalada por todos, pero tenía toda la razón después de todo. El objetivo de Mazda no sólo estaba en el CO2, sino que de igual forma se atacó al NOx y las partículas, especialmente en los diésel, consiguiendo ofrecer el único motor diésel capaz de cumplir con la normativa Euro 6 sin tener que recurrir a ningún dispositivo anticontaminación adicional del tipo SCR con Adblue o NOxTrap. En Mazda diseñaron sus mecánicas diésel para contentar a la difícil legislación japonesa, consiguiendo así un éxito sin precedentes en la venta de motores diésel en suelo nipón.
Se acabó esa carrera por fabricar el motor más pequeño y potente posible. Por fin se tendrán en cuenta otros factores en juego.
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