viernes, 27 de diciembre de 2019

Cuando la marca DS mató al DS...esta nota fué escrita hce más de 4 años y ahora comprobamos cuánta razón hay en ella. Autor Rubén Fidalgo

Recuerdo que durante la presentación del facelift del Citroën C4 2015 hice una de esas preguntas incómodas. Desde que Peugeot se hizo con el control de Citroën en 1975, la compañía de los chevrones siempre ha sido considerada algo así como la hermana pobre. La idea de que Peugeot era la marca de la calidad y Citroën la de los coches raros pero con menos calidad caló hondo entre el público. La pregunta incómoda vino cuando, tras exponer esta realidad, quise saber cómo había sentado a Citroën que, justo ahora que habían sacado la gama DS y se habían quitado de encima ese estigma de “hermano pobre”, van y se la quitan creando una marca nueva aparte. 
Tras unos breves instantes en los que se oían los grillos, llegó la respuesta: “bueno, si vemos la rentabilidad que hay entre cada Audi y cada VW vendido está claro que tener una marca premium es lo apropiado“. (Mientras oía estas palabras, yo pensaba para mis adentros que, si aquel hombre pensaba que PSA iba a ser capaz de cobrar los DS a precio de Audi o de Lexus, en la mesa había un ingenuo; o él o yo).

Anda que no tiene marcas el grupo PSA en sus cajones para resucitar: Simca, Talbot, Panhard… pero no, han preferido escindir DS de Citroën, no tiene sentido.
La suspensión hidroneumática es una de las principales señas de identidad del DS original.La suspensión hidroneumática es una de las principales señas de identidad del DS original.
Lo más irónico del asunto es que crean una marca nueva con el nombre de un modelo que ha revolucionado la historia del automóvil, el Citroën DS, pero sin ninguna de sus características principales. Para colmo, justo ahora que la separación de Citroën y DS es definitiva, Carlos Tavares anuncia que, cuando el actual Citroën C5 deje su vida comercial -algo que seguramente suceda en 2016, tras la presentación del nuevo modelo en el Salón de París de septiembre- dejarán de fabricar la suspensión hidroneumática para reducir los costes.

Muy buena idea: creo una marca premium que quiero que sea más barata, como si los compradores no se fuesen a dar cuenta… lo mismo que hizo GM con SAAB: se compró una marca premium para entrar en Europa, empezaron a abaratar sus componentes y salieron cosas como el Saab 900 GM con el chasis de un Opel Vectra una generación más antigua, el tristemente conocido motor 3.0 TiD… y ahora está como está, viviendo de vender recambios a los pocos que sobreviven.
En 2009 Citroën presenta en el Salón de Ginebra su concept “DS Inside” del que posteriormente nacería el DS 3 que todos conocemos. Todo un éxito comercial, especialmente en su país natal, donde sus ventas se disparan y desbancan por completo a su competencia. Ante tal éxito, Citroën da salida a las otras dos balas que guardaba en la recámara: el DS 4 y el DS 5, pero empiezan las incongruencias:
La primera de ellas es que, pese a que se denominan DS, reniegan del primer Citroën en llevar esas dos letras, diciendo que no quieren nada clásico como sus competidores con el Fiat 500, el VW Beetle, Mini… que ellos buscan futuro, no pasado. ¿Para qué los llamas DS entonces?.

Cuando ven que los DS 3, DS 4 y DS 5 empiezan a calar como modelos con cierto regusto premium, PSA anuncia que Citroën y DS se separan como marcas, como si los pijos de DS huyesen de los apestados Citroën, cuando Citroën y DS han sido siempre un binomio inseparable, tal vez no tanto en España, donde el DS original siempre ha sido conocido como “el Tiburón“, de hecho incluso entre los aficionados a los clásicos en España, pocos saben que su nombre real era DS (o ID para las versiones básicas).
Para seguir confundiendo al personal, tras el DS 4 -un modelo a medio camino entre un SUV y un compacto con la misma plataforma del Citroën C4– lanzan el DS 5, más grande, pesado y lujoso que el DS 4, pero en lugar de emplear la excepcional plataforma del Citroën C5 (que es una de las mejores entre las berlinas de más de 4,5 m del mercado), estiran todo lo que puede dar de sí el chasis del C4. El resultado es decepcionante como pude comprobar en la prueba del DS 5 con el motor HDi de 160 CV. Un coche precioso por fuera, con un interior muy cuidado, un buen motor y un bastidor incapaz de sostener de forma eficaz las inercias de su sobredimensionada carrocería. A medida que pasaban los kilómetros de pruebas no podía dejar de pensar “madre mía, con lo bueno que sería este coche si tuviese el chasis del C5 y su suspensión hidractiva“…

Ya lo último es que, justo ahora que quieren que cale en el subconsciente de forma definitiva que DS ya no es Citroën, lo hacen tirando del 60 aniversario del Citroën DS y de la in creíble revolución que supuso este automóvil en la historia de las 4 ruedas. Por si fuese poco, también anuncian que una de las principales señas de identidad que contribuyó a elevar a la categoría de mito al “tiburón” dejará de producirse para abaratar costes.
DS e hidroneumática: inseparables
El Citroën DS es una obra maestra de Flaminio Bertoni....
Cuando en 1955 se presentó el Citroën DS original sucedió algo irrepetible. Un único automóvil incorporaba tantas novedades tecnológicas que dejaba en ridículo al resto de las novedades presentes en el salón, nadie recuerda ya qué coches se presentaron en el Salón de París de 1955, sólo existió el DS. Hasta la llegada del NSU Ro80 casi 20 años después, nunca se habían combinado en un único automóvil tantas novedades tecnológicas reales (no como las de ahora, que parece que la única novedad es aumentar una pulgada el tamaño de la pantalla táctil…).

La osadía de Citroën en sus coches arruinó dos veces la compañía. La primera de ellas tras el desarrollo del mítico “Traction”. El coste de su desarrollo (y de las averías de las primeras unidades, lanzadas al mercado con demasiada premura para amortizar el proyecto) hizo que André Citroën tuviese que entonar la conocida frase “los que hasta ahora sustentaban nuestros coches, ahora sustentan la compañía” y fue relevado por Pierre Michelin en 1935como máximo responsable de la empresa poco antes de su fallecimiento, pero la compañía ya estaba intervenida por el gobierno y Michelin desde un año antes.
El Citroën DS supuso una revolución que arruinó a la marca, fue un éxito comercial pero su desarrollo fue tan caro que Michelin tomó la decisión de lanzarlo al mercado cuando aún no estaba completamente desarrollado y sin tiempo (ni fondos) para hacerlo con un motor a la altura del resto del coche.  Gran parte de la culpa la tuvo el desarrollo de una suspensión revolucionaria, tanto que la maquinaria existente en la época no estaba preparada para la precisión que el mecanizado de sus componentes requería, lo cual trajo varios problemas en las primeras unidades.

Las líneas del DS original están llenas de detalles de diseño.Las líneas del DS original están llenas de detalles de diseño.
El primer Citroën DS tenía un diseño espectacular, pero no habría llegado a la categoría de mito de no ser por el sistema hidroneumático que gobernaba frenos, dirección, suspensión y cambio robotizado.
Gracias a la hidroneumática, un coche con uno de los motores más vetustos del mundo y las prestaciones más modestas se convirtió en uno de los más deseados y se mantuvo por delante de toda la competencia durante casi 20 años.
Modelos posteriores, como el Citroën CX también siguieron por delante de sus rivales en cuanto a comportamiento dinámico se refiere. Aún hoy en día resulta difícil seguir la estela de un Citroën Xantia Activaen un tramo virado con una berlina equivalente pero 20 años más moderna, ¿el truco? la hidroneumática.
La Hidroneumática: demasiado para los mediocres.....
Aunque el motor era muy arcaico, el sistema hidroneumático requiere unos conocimientos que no todos los mecánicos están dispuestos a adquirir.Aunque el motor era muy arcaico, el sistema hidroneumático requiere unos conocimientos que no todos los mecánicos están dispuestos a adquirir.
“Entre todos la mataron y ella sola se murió“, es un frase que solía oír a mi abuela y que viene que ni pintada para el tema del anuncio del fin de la suspensión hidroneumática.
Para cualquiera que haya conducido un coche de 1955 (y no hablo de un utilitario, me da igual que lo compares con todo un Rolls Royce o un Mercedes Adenauer), y haya podido conducir un DS 19 queda claro que el Citroën arrasa por completo en cuanto a calidad de rodadura, confort, frenos, dirección, seguridad…
También cualquiera que haya conducido un GS, un CX, un Xantia… cierto que los de los chevrones “se marcaron también sus cagadas” con unas calidades ínfimas en sus componentes, pero no es cierto que la hidroneumática fuese la mayor fuente de problemas de estos modelos ni de otros como el BX o el XM, etc., los problemas de Citroën es que siempre ha tenido la mala costumbre de dejar el gato con 3 patas. Al Tiburón le negó un buen motor, al CX una buena instalación eléctrica y buenos plásticos, al XM una buena calidad constructiva… y así sucesivamente.
La suspensión del DS logró buenos resultados en competición pese a la escasa potencia de los motores.La suspensión del DS logró buenos resultados en competición pese a la escasa potencia de los motores.
La suspensión hidroneumática ha sido una gran incomprendida, principalmente por la necedad y el desconocimiento de la mayoría de los implicados en el proceso que logra que una idea cale en el subconsciente.
Por un lado, los periodistas (que cualquier economista que lea noticias de economía o ingeniero que lea noticias de mecánica sabe hasta dónde llegan los conocimientos técnicos sobre aquello que divulgamos…) no e ntendían muy bien cómo funcionaba el sistema y criticaban que aislaba demasiado al conductor del asfalto… daba igual que luego un Citroën CX le arrancase la cabeza a un Mercedes W124 en circuito o en las pruebas de seguridad, el CX era peor simplemente por ir como flotando.

Por otro lado estaban los mecánicos, algo que me ha tocado padecer de cerca. Incluso hoy en día, en un momento en el que el automóvil está controlado por la electrónica sigues viendo caras raras cuando a un mecánico le pides que revise un componente con un osciloscopio… todo lo que no sea un martillo o una 10-11les suena a chino. Imagínate lo que sucede cuando saca una rueda y en vez de un muelle se encuentra una bola de acero y le dicen que dentro hay nitrógeno a alta presión separado de un líquido verde por una membrana de goma y que esa esfera hace el trabajo del muelle y del amortiguador… vamos, no se suicida en ese mismo momento porque no encuentra nada de lo que colgarse.
Para terminar, está la mediocridad de nuestro cerebro. Milenios de evolución y nos consideramos los más inteligentes del mundo, pero si 10 millones de moscas nos dicen que la mierda sabe a gloria, acabamos comiendo mierda… menos mal que las moscas no hablan, ¿o tal vez sí?.

El confort de marcha de la suspensión hidroneumática es inalcanzable por los sistemas neumáticos o de muelles.El confort de marcha de la suspensión hidroneumática es inalcanzable por los sistemas neumáticos o de muelles.
Tavares dice que se puede igualar el confort y la seguridad de la suspensión hidroactiva con los modernos sistemas neumáticos y amortiguadores electromagnéticos. Sinceramente, mientras fui el gerente del Centro Porsche Coruña pude probar bien el coche con la mejor suspensión neumática del mundo, el Panamera(recién salido del horno), con doble cámara neumática y los controles más modernos y precisos y también un Citroën C5 Tourer V6 Exclusive. Puedo asegurar que el Porsche iba mucho mejor por motivos que no eran la suspensión: un chasis más rígido, un centro de gravedad más bajo, un mayor ancho de vías, un motor más potente, una dirección más precisa… pero la suspensión en sí, era mejor en el C5, filtrando mucho más las irregularidades y manteniendo el coche anclado al suelo con las estabilizadoras activas más eficaces que he podido probar hasta ahora, así de claro.
No soy muy fan de Top Gear, para mí es una especie de“Sálvame” del automóvil, pero reconozco que, al menos, consigue entretener a la gente y que se hable de coches en un país donde la gente lo pasa peor un lunes si ha perdido su equipo de fútbol que si su coche va con las ruedas en los alambres.
Aunque no soy muy devoto de este programa, reconozco que a veces hacen pruebas geniales y una de ellas se me quedó grabada a fuego en la retina. Consistía en intentar grabar una carrera de caballos en un hipódromo con las cámaras montadas sobre un Citroën C6 hidroneumático y un BMW Serie 5 con suspensión con amortiguación electromagnética. Las imágenes grabadas por el C6 eran perfectamente estables, mientras que las del Serie 5… absolutamente ininteligibles. Gracias a mi amigo Diego he conseguido encontrarlo y lo puedes ver incrustado un párrafo más abajo, justo antes de la galería de fotos.
En fin, la supremacía de la suspensión hidroneumática ha durado exactamente 60 años (cierto que se presentó antes en algunas versiones del Citroën 15 CV, pero sólo en el eje trasero y como prueba para su posterior lanzamiento en el DS) y aún seguiría, pero es más fácil y barato enamorar a un conductor actual con una aplicación para el móvil que con una suspensión sin rivales… al fin y al cabo, en 5 años ya no conduciremos, nos llevarán, y será mejor ir entretenido viendo vídeos en Youtube que disfrutando del paisaje y el coche en una carretera de montaña.

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