martes, 15 de abril de 2025

Ecología / El Parlamento Europeo podría prohibir el uso de la fibra de carbono por los riesgos para la salud que representa cuando se daña.

El Parlamento Europeo podría clasificar la fibra de carbono como un "material peligroso" y limitar su uso en automóviles de producción. Esto, si se aprueban las enmiendas a la Directiva sobre vehículos al final de su vida útil (VFU), que se centran en la circularidad de los automóviles y su reciclabilidad. Podría haber excepciones, pero lo que se decida, entrará en vigor en Europa a partir de principios de 2029.

En lo que se puede imaginar es un enorme documento de 115 páginas, las "fibras de carbono", como se llaman en el borrador, se mencionan precisamente tres veces, durante la enmienda 77, la enmienda 78 y la enmienda 79. La fibra de carbono se añade junto con el plomo, el mercurio, el cadmio y el cromo hexavalente, como materiales para los que debe establecerse una cantidad máxima permitida para su uso en un automóvil y, si es posible deben directamente "eliminarse" de su uso en los automóviles.

Huelga decir que, si el uso de la fibra de carbono es prohibida la industria del automóvil se verá significativamente afectada. Su uso está muy extendido, desde la estructura fundamental de algunos autos, hasta diversos componentes, desde piezas de adorno interiores y exteriores, sistemas de admisión del motor, ejes de transmisión, ruedas y más. Su combinación de rigidez y bajo peso lo hace irresistible para los ingenieros, sus únicos inconvenientes son el tiempo y el costo de fabricar los componentes, y lo costoso que es repararlos.

La primera marca obvia que viene a la mente es McLaren, que, desde su debut como fabricante de automóviles en toda regla en 2011 en forma de McLaren Automotive, ha construido todos sus autos con un monocasco de fibra de carbono en su corazón. Del mismo modo, muchos fabricantes boutique como Bugatti, Pagani y Koenigsegg tienen sus estructuras fabricadas con fibras de carbono y lo que es peor no estarían en condiciones técnicas de realizarlas en componentes metálicos

Numerosos fabricantes, desde marcas de superdeportivos como Lamborghini y Ferrari, hasta empresas de alta gama de mayor volumen como Porsche, BMW, Mercedes, Audi y más, utilizan la fibra de carbono de innumerables maneras, desde chasis completos para modelos especializados, hasta pequeñas piezas de adorno. Es muy apreciado como elemento decorativo en los coches. 

Antes de los coches, la fibra de carbono se utilizaba en la industria aeroespacial, entre muchas otras. La industria automovilística representa alrededor de una quinta parte de la industria mundial de la fibra de carbono, que tenía un valor de más de 4.000 millones de libras esterlinas en 2024. 

La fibra de carbono es totalmente inofensiva cuando se une a la resina que recubre los diversos componentes en los que se moldea, desde las plataformas completas del chasis monocasco hasta las tapas centrales de las llantas de aleación. Irónicamente, los autos que utilizan fibra de carbono en su construcción central se consideran extremadamente seguros, debido a las propiedades de absorción y disipación de energía del material. Su adopción en la Fórmula 1 en la década de 1980 hizo inmediatamente que los monoplazas fueran mucho más seguros, así como más livianos, rígidos y, por tanto, más rápidos.

La preocupación es cómo se comporta cuando se daña o cuando se rompe, por ejemplo, para reciclar. Como hemos visto en numerosas ocasiones cuando ocurren accidentes en el automovilismo, la fibra de carbono tiende a romperse y, aparte de las grandes piezas que se ven en un circuito, también se emiten miles de pequeños fragmentos filamentosos al aire. Estos fragmentos son lo suficientemente pequeños como para causar irritación de la piel y, si se inhalan o ingieren en cantidades suficientemente significativas, problemas de salud más graves. Es por esto que la fibra de carbono está en la línea de fuego de los legisladores.

En un momento súper ecológico en el que los microplásticos son un tema candente para la salud, se puede ver por qué la fibra de carbono ha sido objeto de escrutinio. Pero una prohibición total (si no algunas pautas regulatorias que fomenten la evolución y el desarrollo de la fibra de carbono para que sea más segura cuando se rompe o se recicla) sería una exageración. También sería una pendiente resbaladiza, dados los riesgos que corren muchos materiales similares cuando se rompen, ya sea fibra de vidrio o simplemente... vidrio, por nombrar un par. 

Héctor Daniel Oudkerk

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