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martes, 11 de noviembre de 2025

Hyundai Nuevo NEXO powered by Hidrógen Fuel Cell 2026

Con el nuevo NEXO, cuyo lanzamiento está previsto para 2026, Hyundai reafirma su compromiso con la tecnología del hidrógeno.

Mientras que la mayoría de los fabricantes se centran exclusivamente en vehículos eléctricos de batería, Hyundai sigue abriendo su propio camino en el hidrógeno. Una decisión audaz pero coherente para un grupo que lleva casi treinta años invirtiendo en pilas de combustible.

Ya en la década de 1990, el grupo surcoreano se comprometió con la investigación de vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV). El primer NEXO, lanzado en 2018, ya había posicionado a la marca entre los pioneros de este campo. La nueva generación continúa esta tradición y, al mismo tiempo, representa un importante salto tecnológico.
Bajo su carrocería rediseñada, con el lenguaje de diseño "Arte del Acero", el NEXO oculta una pila de combustible de tercera generación totalmente revisada. La potencia bruta aumenta a 110 kW (+16%), mientras que la potencia neta alcanza los 94 kW, lo que permite que el sistema completo logre una potencia total de 190 kW (258 CV), en comparación con los 135 kW (184 CV) de la versión anterior. El motor eléctrico ahora desarrolla 150 kW (204 CV), lo que permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, una mejora significativa con respecto a los 9,2 segundos del modelo anterior.
Pero lo más impresionante es su autonomía: hasta 826 km (ciclo WLTP) con un repostaje de hidrógeno en 5 minutos. Esta hazaña es posible gracias a un depósito más denso (6,69 kg de hidrógeno, frente a los 6,33 kg anteriores) y a una mayor eficiencia energética.
Hyundai también promete una mayor fiabilidad en climas fríos, gracias a una nueva función anticongelante "Wake Up" y a una membrana más resistente. Obstáculos para la democratización del hidrógeno A pesar del espectacular progreso de Hyundai, el hidrógeno sigue siendo una tecnología de nicho. Tres obstáculos principales aún frenan su adopción generalizada. El primero es económico: el costo de un vehículo de pila de combustible, superior al de un modelo eléctrico equivalente, sigue siendo una barrera de compra. El NEXO actual cuesta más de 80.000 € en Francia, por ejemplo. A esto se suma el precio del kilogramo de hidrógeno, que fluctúa entre 10 € y 15 € en Europa, lo que hace que el repostaje siga siendo caro a pesar de su rapidez.
El segundo obstáculo es de infraestructura: la red de estaciones de servicio sigue siendo muy limitada. En Francia, por ejemplo, solo existen unas cincuenta estaciones públicas operativas, en comparación con decenas de miles de puntos de recarga eléctrica.
Por último, persiste un mito infundado sobre los peligros del hidrógeno. Los depósitos modernos se someten a pruebas de presión extrema y cumplen protocolos de seguridad mucho más estrictos que los de los vehículos de combustión interna o eléctricos. Hasta que se superen estos tres obstáculos, la democratización de los vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV) seguirá siendo lenta, a pesar de sus innegables ventajas tecnológicas y medioambientales.

Héctor Daniel Oudkerk

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