Los accionistas del grupo Stellantis con John Elkann a la cabeza están en plena búsqueda de un nuevo CEO tras la salida de Carlos Tavares el pasado mes de diciembre.
El Grupo Stellantis, nacido en 2021 de la fusión entre PSA (Peugeot, Citroën, Opel) y FCA (Fiat-Chrysler), cuenta con 14 marcas y esta diversidad también ha derivado en problemas de rentabilidad y solapamiento de productos. Esto, unido a hechos como que las ventas globales de vehículos eléctricos no acaban de despegar son algunos de los factores que llevan al gigante automovilístico a la necesidad de una reestructuración.
Qué marcas de Stellantis están en serio peligro y por qué:
En el mercado estadounidense, Dodge y Chrysler también enfrentan dificultades. Chrysler apenas se sostiene con el monovolumen Pacifica pero tiene el prestigio para ir a luchar por un lugar en el segmento premium americano, mientras que Dodge que ha visto reducida su oferta a un muscle car y un SUV podría como era en un principio absorber a RAM en su catálogo para dar más movimiento a sus concesionarios. Ambas marcas cuentan con el reconocimiento entre los conductores estadounidenses, lo que podría jugar a su favor para mantenerse dentro del grupo. Lo mismo acurre con Jeep aunque en este caso deberá racionalizar su gama y volver a las fuentes sin querer abarcar segmentos no propios. Obviamente haber dejado el V8 HEMI es desconocer el gusto americano.
Uno de los mayores retos que enfrenta Stellantis es la transición hacia la electrificación. Las expectativas de ventas de coches eléctricos no se han cumplido, lo que ha afectado los planes del grupo. Esto ha provocado ajustes, como el desarrollo apresurado de un Fiat 500 híbrido para satisfacer la demanda.
En el mercado europeo Stellantis ha buscado reforzar su presencia con una alianza con Leapmotor, pero las marcas propias del grupo han tenido dificultades para posicionar sus modelos electrificados. El Citroën C3 eléctrico, anunciado como uno de los coches 100 % eléctricos más asequibles fabricados en Europa, podría ser un modelo clave para revertir la tendencia.
La búsqueda de un nuevo CEO en Stellantis no sólo parece un cambio de liderazgo, sino el preludio de una reestructuración profunda en el Grupo. En menos de dos años, algunas marcas podrían desaparecer o fusionarse. Tal vez DS pase nuevamente a ser un modelo tope de Citroën, Maserati y Alfa Romeo unan fuerzas. Quedaría por ver que se hace con Lancia y Opel-Vauxhall cuyos modelos son solo Peugeot rebautizados y el cliente prefiere el original y no las copias.
Héctor Daniel Oudkerk
No hay comentarios:
Publicar un comentario