"Tuvimos pequeños problemas técnicos y eléctricos, cosas clásicas de auto nuevo. Aparte de eso, la cuestión del motor, la caja de cambios, las suspensiones, en general, todo va bastante bien. Es divertido de conducir. Está bien equilibrado, no da la impresión de querer volcar, me divertí mucho. Podríamos habernos parado cada diez minutos, pero ese no es el caso. ¡Lo probamos bien, sin ponerlo en el techo! Nos centramos en la configuración, en bucles de 40/50 kilómetros, no en recorridos largos. Ese era el objetivo, ver hasta dónde podíamos llegar. Volveremos en diciembre para trabajar en la resistencia" dijo Sébastien Loeb a France TV “Al volante, no sientes el peso, la inercia de un automóvil de dos toneladas. La desventaja es que el acceso mecánico es complicado. El Peugeot era una máquina ganadora, pero en términos de sensaciones, estaba completamente desfasado”. agregó el nueve veces Campeón del Mundo. |
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