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martes, 29 de julio de 2025

Industria / Los italianos indignados tras el anuncio de Stellantis de trasladar gran parte de la producción a Marruecos ampliando la planta de Kenitra. Los empleados de Stellantis en Marruecos sonríen, los de Italia un poco menos...pero razones hay.

Stellantis ha decidido invertir fuertemente en Marruecos, donde el grupo ya produce el trío de coches basados en el Citroën Ami. Esta decisión del gigante automovilístico ha provocado la ira de los italianos, que una vez más sienten que los están engañando con los prometidos planes de inversión en la península. 

Una semana antes de la presentación de sus resultados del primer semestre, Stellantis ha provocado la ira de una parte de Italia. ¿Cómo? Al anunciar un colosal nuevo plan de inversión por valor de más de mil millones de euros. Y, por supuesto, nada de este dinero irá a Italia. El grupo automovilístico pretende impulsar el Magreb, y más concretamente Marruecos, a la categoría de centro neurálgico de la automoción para toda África... pero también para Europa. Y es precisamente este punto el que irrita enormemente a los italianos, que se sienten una vez más relegados a un segundo plano. Se esperaba mucho del nuevo CEO, Antonio Filosa, del que se suponía que debía devolver a Italia al centro de la escena. (siendo italiano y para más napolitano). Sobre todo teniendo en cuenta que la situación ya era tensa entre el gobierno de Italia y Stellantis anteriormente bajo dirección francesa.

Los empleados de Stellantis en Marruecos sonríen

La semana pasada, Stellantis confirmó la ampliación de su planta de Kenitra y, sobre todo, una producción que duplica con creces: de 200.000 vehículos al año a 530.000 a medio plazo. En total, Stellantis prevé invertir 1.200 millones de euros en Marruecos, y no solo en la producción de vehículos: los motores y las estaciones de carga también se fabricarán localmente. En total, la inversión indirecta podría resultar en que Stellantis gaste más de 6.000 millones de euros en África, adquiriendo piezas y componentes a proveedores locales.

Además de estas inversiones, se contratará a más de 3.000 personas a nivel local.  

"Estamos impactados por la absurda decisión de Stellantis de invertir miles de millones en el norte de África y contratar trabajadores en Marruecos, cuando durante décadas la empresa se ha beneficiado con creces del dinero distribuido con cargo a las arcas públicas italianas", afirma la Liga, un partido italiano de extrema derecha. Los liberales de Azione también criticaron duramente la decisión, señalando que la mayoría de las promesas hechas por Stellantis (triplicar la producción en Melfi, lanzar tres nuevos Alfa Romeo en Cassino, etc.) hasta ahora no se han cumplido.

A largo plazo, Stellantis espera producir más de un millón de vehículos al año en Marruecos y convertirlo en un importante centro de exportación para Europa. ¿A costa de los sitios históricos de Europa? Es solo un pequeño paso. En cualquier caso, Stellantis no se detendrá en los autos sin licencia (Citroën AMI, Fiat Topolino y Opel Rocks) , ya que planea producir localmente vehículos basados en la plataforma Smart Car (Fiat Grande Panda, Citroën C3, etc.) con motores híbridos.

Lo que no se plantean los italianos es el porqué de esa decisión. El menor costo laboral, la estabilidad política a largo plazo que le da Marruecos con una monarquía o tal vez por leyes laborales más flexibles y con menor grado de sindicalización de los operarios hallan inclinado la balanza a favor de Marruecos.

Héctor Daniel Oudkerk

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