Tesla ha presentado las actualizaciones de sus modelos insignia: el sedán Model S y el SUV grande Model X. Hay pocas novedades, al contrario de lo que se anticipó el pasado febrero. Las nuevas versiones ya se pueden pedir en Norteamérica. 
Los cambios son prácticamente imperceptibles para el ojo distraído: una nueva cámara de alta definición llega al paragolpes delantero, los faros delanteros se vuelven adaptativos (pero la forma permanece inalterada) y, al subir a bordo, una animación dinámica de las luces ambientales dan la bienvenida. 
Las suspensiones y los bujes también se han revisado para mejorar la comodidad y se ha introducido el color Frost Blue (opcional). El Model X ofrece más espacio a bordo para los pasajeros de la segunda fila y para el equipaje, mientras que el Model S Plaid incorpora detalles que mejoran la estabilidad, como el alerón de carbono en el extremo de la cola. 
La carrocería y el chasis han recibido modificaciones aerodinámicas para reducir los ruidos que entran en el habitáculo (gracias también a una cancelación activa de ruido más eficaz); estos cambios, junto con las llantas de aleación de nuevo diseño, han permitido un ligero aumento del kilometraje: según la compañía estadounidense, el Model S Long Range tiene una autonomía de 660 km, la mayor jamás registrada en un Tesla. 
Los precios en el mercado estadounidense, en comparación con versiones anteriores han aumentado en 5000 dólares.
Tesla Model S Long Range: 84 990 dólares
Tesla Model S Plaid: 99 990 dólares
Tesla Model X Long Range: 89 990 dólares
Tesla Model X Plaid: 104 990 dólares
Héctor Daniel Oudkerk
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