
Durante décadas, los fabricantes franceses han tratado de ingresar al segmento de los vehículos de alta gama sin éxito. En 2025, con su eléctrico N° 8, la marca DS lo vuelve a intentar...
Generalmente, cuando un fabricante de automóviles atraviesa dificultades, como ocurre con DS hoy, intenta relanzarse con modelos de "volumen" que probablemente se vendan en grandes cantidades.
En DS, la rama premium (y hasta el momento muy poco rentable) del grupo Stellantis, su CEO ha decidido lo contrario: Presentar un nuevo buque insignia, para que la marca recupere su salud y devolver la alegría a los concesionarios, que están sufriendo desde hace tiempo.
Así pues, llega el "Número 8", un nuevo modelo que sucede a la berlina DS9, un rotundo fracaso comercial. ¡Hay que decir que vender "lujo francés" produciéndolo en China fue una idea extraña! y condenada antes de nacer.
Ahora, el N°8, es fabricado si bien no en Francia si en Italia pero con motores y baterías "made in France", se asemeja a un SUV de techo bajo, del segmento D, que incluye, entre otros, el Tesla Model Y y el Audi Q6 eléctrico. Otro punto a considerar es que no ofrece posibilidades híbridas...todo 100% eléctrico.

El diseño general es bueno, pero faltan algunos elementos que ya se encuentran en otros modelos del grupo. Sin embargo, la ergonomía, a veces maltratada en el pasado en DS, es bastante aceptable.
La calidad del sistema de audio Focal 3D (14 altavoces, 690 W), disponible como opción por 900 €, debería satisfacer a los amantes de la música, y el control por voz, que se activa diciendo "ok Iris", te dará la impresión de viajar con un pasajero inteligente: cobra vida a través de ChatGPT, respondiendo a todas tus preguntas. Con todo esto, casi podríamos perdonar que la interfaz multimedia requiera un tiempo de activación real al iniciarse antes de poder usarla.
Pero en cuestiones más pragmáticas, como el espacio interior, el DS N°8 es objeto de críticas: a pesar de los respaldos traseros abatibles 40/20/40, el espacio para la cabeza parece limitado para un adulto de 1,80 metros. Es aceptable, pero por los pelos.
DS ofrece su nuevo buque insignia (ya utilizado ocasionalmente en vehículos presidenciales) con dos capacidades diferentes de batería y tracción a dos o cuatro ruedas.
¡Tarjeta amarilla para los frenos!
El control del acelerador es impecable, sobre todo por la forma en que varía según el modo de conducción seleccionado. No ocurre lo mismo con los frenos; al principio, la respuesta del pedal parece demasiado suave, sin agarre mientras el frenado regenerativo está actuando.
Pero al activar el modo "One Pedal", para reducir la velocidad automáticamente hasta detenerse sin tener que frenar, el pedal se hunde unos 5 cm sin tener respuesta hasta que actúa el frenado por fricción. Esto significa que el pedal del freno cambia su accionar. Una sorpresa realmente desagradable, ya que altera el tacto del pedal.
Sin embargo, esta bueno la respuesta de como varía la dirección según los programas de conducción que también modifican la amortiguación (en las versiones equipadas con la suspensión activa DS Scan, a partir del acabado Etoile) y la distribución de la transmisión: en los modelos con tracción a las cuatro ruedas, el eje trasero puede recibir hasta el 50 % del par.
Si bien el considerable peso perjudica su dinámica, el Nº 8, basado en la plataforma STLA M utilizada también en los Peugeot 3008/5008, se comporta muy bien. La experiencia a bordo es realmente la de un vehículo de alta gama y prestigio, con la ventaja añadida de una insonorización refinada.

Al funcionar a 400 voltios, su batería, con una capacidad de casi 100 kWh, se carga del 20 al 80 % en menos de 30 minutos desde una estación de carga rápida de CC que suministra al menos 160 kW.
Originalidad aparente
Confort de la suspensión
Silencioso a bordo y equipamiento
Autonomía eléctrica
En contra:
Pedal de freno mal diseñado
Diseño controvertido
Detalles de acabado
Espacio para la cabeza en la parte trasera
Precio desde 63.300 €
Héctor Daniel Oudkerk








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