miércoles, 27 de enero de 2021

Mild hybrid o Microhíbridos...electrificar motores para consumir menos sin grandes inversiones. Algunas ventajas y algunos inconvenientes.

Los automóviles microhíbridos o mild hybrid son una nueva generación de vehículos con motores térmicos pero electrificados para reducir consumos y emisiones que en los últimos años empezaaron a gozar de gran popularidad. 

El fin del Diésel demonizado por razones ecológicas ha forzado a la industria a fabricar motores térmicos más eficientes y que de paso que puedan gozar de ventajas impositivas y en determinadas ciudades en la circulación y el estacionamiento. Por esta razón la oferta y la aceptación de los microhíbridos es cada vez mayor.

¿Qué es un microhíbrido o mild hybrid?

El microhíbrido tiene un pequeño motor eléctrico que busca solo asistir al de combustión interna, por lo tanto jamás puede impulsar al vehículo por sí solo, lo cual se convierte en la principal diferencia con respecto a un híbrido convencional

Un sistema microhíbrido está compuesto por un alternador reversible que apoya al propulsor principal en sus tareas más ineficientes (arranques, maniobras, etc.), una batería de pequeña capacidad (menor coste y menor peso) y una red eléctrica (por regla general de 48 voltios) que conecta generador y batería para gestionar el flujo eléctrico de forma bidireccional. En algunos casos este sistema también sirve para apoyar otros equipos secundarios como compresores eléctricos, sistemas de iluminación, suspensión, climatización, etc.

Si bien los microhíbridos son en su mayoría motores de nafta, esta tecnología también se aplica a los Diésel, aunque en una menor proporción (Mercedes Benz). 

Teniendo en cuenta el diseño de un sistema microhíbrido encontramos que la principal ventaja de esta arquitectura es el ahorro en costo frente a un híbrido tradicional, pues en muchos casos hablamos de una tecnología modular que puede ser añadida a motores ya en producción. 

Otra gran ventaja la encontramos en el importante ahorro de peso gracias a un generador y unas baterías muy compactas y mucho más livianas, lo que permite no comprometer demasiado espacio y no lastran al vehículo con kilos de más que sobre todo se sienten cuando las baterías se descargan. 

Además encontramos que la conducción de un microhíbrido es idéntica a la de cualquier otro propulsor sin ningún tipo de asistencia eléctrica, pues el sistema no altera el comportamiento del propulsor dada su función de solo asistencia. 

Por último, un sistema microhíbrido consigue reducir las emisiones del motor principal, especialmente durante las condiciones de conducción urbana.

La razón de ser del microhíbrido es ser un Start/Stop más evolucionado, permitiendo así apagar el motor a más velocidad de circulación y por periodos de tiempo más largos. Si el motor térmico está apagado, no hay gasto de combustible. Los sistemas más avanzados pueden también detener el motor a velocidades elevadas para aprovechar la función de conducción a vela, logrando así que el coche avance por su propia inercia. 

Disponible tanto en transmisiones automáticas como manuales, cuando el conductor levanta el pie del acelerador, el propulsor térmico se apaga, activándose de nuevo en cuanto el conductor vuelve a pisar el acelerador o algún consumidor secundario como el compresor del aire acondicionado lo requiere.

Pero recordemos que en un microhíbrido el motor eléctrico jamás impulsa el vehículo, solo asiste al motor principal en sus tareas más ineficientes

Pero no todo son puntos a favor....primero su potencial en tanto a reducción de consumos y emisiones es limitado... las cifras de consumo son muy levemente inferiores a las de un motor equivalente sin esta tecnología. El ahorro de consumo de combustible oscila entre 0,2 y 0,4 l/100 Km (digamos unas gotas...

Dado que existen dos arquitecturas de microhíbridos, 12 o 48 voltios, es importante remarcar que las configuraciones de 48 voltios suelen ofrecer mejores prestaciones, si bien solo suelen estar disponibles en automóviles de precios más elevados. Por contra, los microhíbridos de 12 voltios ofrecen menores posibilidades, pero sí son más habituales en coches de tipo utilitario o urbanos donde el precio de compra es inferior.
En resumen las verdaderas ventajas son impositivas cuando las legislaciones los toman como híbridos verdaderos y también el de tener etiquetas que en Europa son muy importantes para circular por sectores restringidos. Otra contra a agregar es el sobreprecio frente a un auto convencional y en este caso habrá que estudiar si por el uso que se dará al auto se justifica o no pagar más.

fuentes https://clepa.eu,Diariomotor.com, David Clavero 

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