La organización Gruene Liga Brandeburg, el grupo ecologista verde que puso en marcha la protesta, considera que la tala de estos árboles es un desafío al medio ambiente ( aunque por notra parte quieren autos eléctricos y protestan contra el resto de las automotrices...). Tesla se enfrentaba además a un problema adicional, y es que cualquier retraso podía significar uno mayor todavía. De no talar todos los árboles necesarios antes de marzo se hubiese entrado en el periodo de reproducción de especies silvestres. Las autoridades locales apuntaron en su momento, de suceder esto, el proyecto se iba a demorar entre seis y nueve meses.
Antes de paralizarse temporalmente las obras, Tesla había talado ya la superficie equivalente a 150 campos de fútbol de bosque, además de retirar las bombas que había sobre el terreno desde la II Guerra Mundial. Por último hay que apuntar que la marca americana tiene presente en su proyecto a la fauna local, a la que pretende reubicar mientras duren las obras.
fuente Soymotor.com, Europa autonews,
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