Green NCAP, que es responsable de llevar a cabo pruebas de contaminación en vehículos nuevos en Europa, recientemente otorgó una calificación de 10/10 a un motor Diésel. |
Denunciado como altamente pernicioso desde el escándalo del dieselgate, el Diésel está en vías de desaparecer en la flota de automóviles, en beneficio de la gasolina y, en menor medida, en los vehículos electrificados. Sin embargo, algunos fabricantes, como Mercedes Benz, han pasado incontables años haciendo de este combustible el hilo conductor de su línea de vehículos. El último desarrollo, contra todo pronóstico, logró recibir un puntaje de 10/10 en una prueba GreenNCAP con un motor diesel. Esto significa que este motor diesel está por debajo de los umbrales establecidos actualmente por la normativa europea. Este resultado excepcional para un diésel pudo obtenerse gracias a una reducción drástica de las emisiones de óxido de nitrógeno, gracias a un proceso químico. Más comúnmente conocido como NOx, es el factor más dañino para el medio ambiente y la salud.
Se conocen como NOx un grupo de compuestos químicos que son óxidos de nitrógeno. Tanto el oxígeno como el nitrógeno son gases inocuos que están presentes en el aire que respiramos, el problema es cuando se combinan.
Según sea la reacción química en la que se juntan las moléculas de oxígeno y las de nitrógeno pueden surgir varios compuestos N₂O, N₂O₃, NO₂, NO, N₂O₅... Todos estos compuestos se engloban dentro de los NOx.
En los motores de combustión, la mayoría de los NOx que se producen son en realidad dióxidos de nitrógeno (NO₂) que es un gas muy peligroso para la salud. Además de que es irritante en sí mismo, si se combina con hidrógeno (que también está presente en el aire y en el agua de nuestras células) se transforma en ácido nítrico, y respirar ácido no es bueno.
Esta nota debe ponerse en perspectiva, ya que la prueba no tiene en cuenta otros ciertos contaminantes, como las micropartículas finas.
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