Tras ser adquirida por la compañía ClearMotion el año pasado, la amortiguación inteligente desarrollada por Bose por fin llegará al mercado asociada a un automóvil. Ya habíamos tenido noticia de que podrá salir al mercado en coches autonómos y ahora Motor Authority adelanta que también se equipará en modelos convencionales. Y lo hará muy pronto: la fecha anunciada es 2019.
La mágica suspensión desarrollada por Bose se trata de una tecnología adelantada a su tiempo, y como suele ocurrir en estos casos, también incomprendida. Los fabricantes aludían a su alto precio y su elevado peso, pero quizá la falta de confianza en Bose también jugó un papel importante. No en vano, la firma se dedica a fabricar altavoces.
El sistema combina un motor electromagnético, un amplificador de potencia y una serie de controladores basados en algoritmos matemáticos, que son los responsables de que el sistema se anticipe al terreno basándose en las lecturas de los sensores.
Esta tecnología ha sido rebautizada por ClearMotion como ActiValve y funciona de la siguiente manera: el controlador detecta la irregularidad a través de los sensores y el motor asociado al amortiguador de cada rueda tarda cinco milisegundos en contrarrestarlo aplicando la presión adecuada. Esta suspensión activa no sólo acomete baches o resaltos, también lo hace cuando el vehículo gira o frena o bruscamente. En este vídeo te puedes hacer una idea de su eficacia.
Tal y como publica Motor Authority, ClearMotion ha estado probado este sistema en varios de BMW Serie 5, así como con un Tesla Model 3. Por lo que es de esperar que sean modelos de alta gama, más allá de los de conducción autónoma, los que estrenen esta avanzada tecnología que supondrá un antes y un después para el confort de la marcha.
Bien es cierto que el incremento de peso vendrá a notarse menos en modelos con un potente propulsor, pero esperemos que esto sea sólo el principio y que su desarrollo continúe para popularizarse.
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