Los alumnos de su centro de formación de Neckarsulm crearon el "GT50 Concept", basado en un sedán RS3 actual y con la estética del IMSA GTO 90 de finales de los 80.
Por quinto año consecutivo, Audi ha dado vía libre a sus aprendices del centro de formación de Neckarsulm para crear un prototipo único, partiendo desde cero. Este año se decidió rendir homenaje a uno de los motores más emblemáticos de la marca: su motor de 5 cilindros en línea, que apareció por primera vez en 1976 bajo el capot del Audi 100 de segunda generación. 
El motor de cinco cilindros, que hoy desarrolla 400 CV con su cilindrada de 2,5 litros, se lanzó en 1976 como una versión de 2,0 litros que generaba 115 CV. Este motor único, con una arquitectura poco común en la industria automotriz, que sin embargo combina la simplicidad mecánica con la suavidad de un seis cilindros, todo con un sonido tan distintivo como placentero. Y Audi es uno de los últimos fabricantes que continúa utilizando, en el RS3, mientras que Volvo, Volkswagen, Ford y Land Rover lo abandonaron hace tiempo. Solo Cupra, que acaba de presentar un Formentor rediseñado que lo vuelve a usar.
Y es precisamente un sedán RS3 el que sirvió de base para el prototipo GT50. Solo la base, porque, como pueden ver, es irreconocible. Los aprendices conservaron el corazón del coche, concretamente su motor, la última evolución con una cilindrada de 2,5 litros, 400 CV y 500 Nm de par motor distribuidos a las cuatro ruedas mediante un sistema Quattro.
La base del chasis también se ha conservado. Sin embargo, toda la carrocería se ha rediseñado, con la obvia y deliberada inspiración en los referentes deportivos de finales de los 80: el Audi 200 Quattro Trans Am y el 90 IMSA GTO. Todo está fabricado en GRP (plástico reforzado con fibra de vidrio).
Es difícil reconocer un sedán RS3 bajo las líneas del prototipo GT50.
La parte trasera es decididamente vertical, incorporando un alerón de cola de pato y un difusor imponente.
El frontal no es menos vertical. Y el labio inferior, impresionante, recuerda a los modelos de carreras de los años 80 y 90.
En el interior, se ha añadido una jaula antivuelco, totalmente curvada a mano, y se ha vaciado el interior para aligerar el peso total.
En cuanto al motor, no se ha modificado nada, por respeto a este venerable icono de la mecánica. Pero según nuestras fuentes, este concepto, un homenaje al motor de 5 cilindros, será acompañado en 2026 por una edición final del RS3, que debería contar con el mismo motor, pero llevado al límite una última vez, con una potencia superior a los 400 CV, probablemente más de 421 CV.
Héctor Daniel Oudkerk
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