sábado, 1 de febrero de 2025

Fórmula 1 / Ford Performance ya ha iniciado su trabajo en la asociación con Red Bull Powertrains, que debería dar sus frutos en 2026 con un nuevo motor coincidente con la llegada del nuevo reglamento

Más de dos décadas después de su última aparición, Ford se acerca poco a poco a su gran regreso a la Fórmula 1. Para ello, el fabricante de Detroit ha decidido unir fuerzas con Red Bull en el marco de una asociación técnica, oficializada en 2023 y prevista para el año 2026.

RedBull compró la propiedad intelectual del motor Honda cuando el fabricante japonés se retiró a finales de 2021 antes de la famosa congelación de motores, y ahora buscaba apoyo técnico y financiero para continuar. Ford no desarrollará su propio sistema de propulsión, sino que pondrá toda su experiencia a disposición de los austriacos y de su departamento Red Bull Powertrains.

Mientras todos los fabricantes de motores ya están trabajando a toda máquina en vistas a la entrada en vigor de estos nuevos motores -simplificados en particular con la desaparición del famoso MGU-H (motor con generador térmico que recupera energía del turbocompresor) entre otras cosas para reducir costos: Ford y Red Bull también están trabajando codo con codo con el objetivo de 2026.

Por su parte, la firma americana se encarga de producir piezas impresas en 3D utilizando métodos de prueba similares a los utilizados en la industria aeroespacial. "No se trata de cosas simples como tuercas y tornillos", dice Christian Hertrich, jefe del departamento de motores de Ford Performance Motorsports, cuyas estimaciones superan las 1.000 piezas producidas para Red Bull. "Se trata de complejas piezas de metal y polímero que están probadas al extremo para poder soportar carreras que se disputan a una media de 300 km/h".

Se eligió este método porque estas piezas dedicadas al automovilismo no se pueden fabricar con métodos tradicionales. Cada uno de los elementos será probado por el equipo dedicado a la impresión 3D que medirá algunos de sus límites como la resistencia mecánica, la dureza y la conformidad geométrica (escaneo 3D).

Pero el trabajo de Ford no termina ahí, ya que otra rama se encarga de radiografiarlos y escanearlos. Posteriormente se crearán y examinarán modelos digitales de los componentes, que luego se enviarán al laboratorio de metrología del centro de desarrollo de productos del fabricante.

Hacemos un llamamiento a todos los equipos de Ford, en todas las áreas de especialización, para que nos ayuden con el programa”, añade Christian Hertrich. "El sector del deporte no es el único que trabaja en este proyecto. Es sorprendente cuántas áreas diferentes del negocio ya se han visto involucradas".  Una prueba de las grandes ambiciones de Ford, que no quiere desaprovechar en su regreso a los grandes escenarios.

Héctor Daniel Oudkerk

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