Durante un tiempo, la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona ha estado parada, pero hace unos meses retomó su actividad. A la marca le gusta decir que “vuelve Ebro” y habla de más de 70 años de historia, pero la realidad es que solo comparte el nombre y la factoría de Barcelona con la marca original que ahora hace coches en lugar de vehículos agrícolas e industriales.
La nueva Ebro si bien es una firma española que pertenece al grupo EV Motors, tiene un socio chino: el gigante Chery. Esta asociación permite a Chery ensamblar en Europa algunos de sus productos.
El Ebro S700 mide 4,55 metros de largo, 1,86 metros de ancho, 1,69 metros de alto por lo tanto es un SUV compacto que compite con pesos pesados de la talla del Hyundai Tucson, el Kia Sportage, el Ford Kuga o el Toyota RAV4.
La disposición de mandos está bien planteada y, en general, la ergonomía es buena. También hay muchos huecos portaobjetos y es fácil dar con una buena posición al volante, mientras que la visibilidad es buena, en parte, por el generoso tamaño que tienen los retrovisores laterales.
Lo que podría mejorar es el multimedia. Tiene un interfaz sencillo y fácil de entender, también está muy bien conectado, incluyendo Apple CarPlay y Android Auto sin cables, pero no funciona con la misma fluidez que algunos de los sistemas que tienen sus rivales.
En lo que respecta a la calidad, la impresión es muy buena, tanto a la vista como al tacto y los ajustes, en general, son buenos.
El baúl tiene 500 litros de capacidad y es bastante práctico, tanto por tamaño, como por tener unas formas muy regulares y una poca de carga amplia. Es correcto para una familia.
El Ebro S700 está disponible con dos acabados, Comfort y Luxury, y ambos vienen bien dotados de serie, aunque el Luxury incluye de serie, entre otras cosas llantas de aleación de 19”, un sistema de sonido Sony y techo panorámico con parasol.
Más allá del rendimiento, lo destacable de la mecánica y la transmisión es su suavidad. Sumado a la puesta a punto más bien enfocada al confort, con una suspensión blanda y una dirección muy asistida (y muy poco informativa y directa), el resultado es un coche cómodo, fácil de conducir, agradable y cumplidor, siempre que quieras ir tranquilo y no busques dinamismo o sensaciones al volante.
En lo que sobresale el Ebro S700 frente a estos rivales es en el precio. La versión Comfort de acceso tiene un precio de partida de 29.990 euros y el Luxury arranca en 33.990 euros.
Otro de los argumentos que tiene el Ebro S700 es la garantía: 7 años o 150.000 km y dentro de poco, Ebro ampliará la gama del S700 con una variante híbrida enchufable.
Héctor Daniel Oudkerk
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