Fue que unos minutos después del anuncio de esta victoria, Alpine publicó su propio comunicado de prensa: Y sí, el Car of the Year 2025 es pues el Renault 5… “junto al Alpine A290”. En resumen, si pensaba que el Alpine A290 era ante todo un Renault, ahora puedes estar seguro.
Lo extraño es que Alpine había hecho todo lo posible para demostrarnos que su A290 no era simplemente un Renault 5 tuneado, por eso sorprende comprobar que la pequeña bomba eléctrica francesa quiera hoy asociarse a este prestigioso título con su 'hermana pequeña'.
Pero lo más sorprendente es que ambos coches (el R5 y el A290) estuvieron presentes en la reunión final en Balocco que debía permitir a los jurados decidir entre los contendientes y elegir al ganador. ¿Porqué se admitió eso?
¡Se trata de dos autos diferentes que no tienen las mismas placas del fabricante! Al que le gusta el A290, probablemente no le gustará el R5 por muchas razones, ¡no tienen la misma suspensión, el mismo manejo, el mismo motor e incluso ni el mismo interior!
Si Hyundai lo hubiera sabido, ¿quizás deberían haber traído el Ioniq 5N con su Ioniq en 2022? ¿Y quizás el Citroën C3 debería haber esperado a que saliera un DS sobre la misma plataforma para reforzar su candidatura?
En resumen, ahora se puede hablar sin culpa de la relación entre R5 y el A290 ya que Alpine acepta que su A290 sea un Renault cuando le viene bien. Todo esto no es muy grave en términos absolutos, pero aún así nos parece que hay un abuso de marketing. Este A290 debe diferenciarse de lo que es el R5 E-Tech y demostrar que es un verdadero Alpine capaz de hacerse un lugar junto al tradicional A110.Héctor Daniel Oudkerk
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