Industria / El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, renuncia y su sucesor será nombrado en 2025. Deja el cargo de consejero delegado de Stellantis tras desacuerdos con el consejo de administración de la compañía.

Se espera que se nombre a un sucesor a principios del próximo año, pero, mientras tanto, la compañía estará dirigida por un comité ejecutivo interino encabezado por John Elkann. La noticia fue inesperada ya que el ejecutivo había dicho anteriormente que planeaba retirarse en 2026.

Stellantis emitió un breve comunicado diciendo que la junta directiva de la compañía aceptó la renuncia y que ya han comenzado la búsqueda de un nuevo CEO. 

En un comunicado, John Elkann dijo: "Nuestro agradecimiento a Carlos por sus años de servicio dedicado y el papel que ha desempeñado en la creación de Stellantis, además de los cambios anteriores de PSA y Opel, lo que nos pone en el camino para convertirnos en un líder mundial en nuestra industria". Y añadió: "Estoy deseando trabajar con nuestro nuevo comité ejecutivo interino, respaldado por todos nuestros compañeros de Stellantis, mientras completamos el proceso de nombramiento de nuestro nuevo consejero delegado. Juntos aseguraremos el despliegue continuo de la estrategia de la compañía en los intereses a largo plazo de Stellantis y todos sus grupos de interés".

Elkann no dijo nada sobre lo que provocó la repentina renuncia, pero el director independiente senior de Stellantis, Henri de Castries, insinuó desacuerdos con Tavares. Los detalles son limitados, pero De Castries dijo que "el éxito de Stellantis desde su creación se ha basado en una alineación perfecta entre los accionistas de referencia, la Junta y el CEO. Sin embargo, en las últimas semanas, han surgido diferentes puntos de vista que han dado lugar a que la Junta y el CEO tomen la decisión de hoy".

Esto parece implicar que la decisión ocurrió después de que las dos partes se enfrentaran. Sin embargo, no hay información inmediata sobre de qué se trataron los desacuerdos.

Es probable que sepamos más en los próximos días y semanas, pero Tavares ha estado bajo presión desde prácticamente todos los lados. El sindicato americano UAW había pedido abiertamente su despido, mientras que los trabajadores italianos se declararon en huelga en octubre para protestar por los recortes de producción a lo largo de los años. Los concesionarios americanos también lo querían fuera, ya que Stellantis ha cometido una serie de errores que han dado lugar a precios inflados, demasiado inventario y un porfolio de modelos mediocres.

Héctor Daniel Oudkerk