En el Salón del Automóvil de París 2024, la empresa china Skyworth presentó un compacto del tamaño de un Volkswagen Golf el Skywell Q. El fabricante prevé precios muy agresivos y debería abrir 50 concesionarios en Francia antes de fin de año. A modo de comparación, sólo habrá 40 puntos de venta Lancia…
El exterior del hatch Skywell Q muestra barras de luz LED de ancho completo en la parte delantera y trasera, una ventilación similar a la de un Porsche Taycan detrás de la rueda delantera, un alerón trasero en el techo, un splitter y molduras de carbono forjado de imitación en toda la sección inferior. Además cuenta con llantas de 19 pulgadas.
Habrá dos opciones de batería disponibles para el Q y, aunque sus capacidades aún están en secreto, Skywell dice que podemos esperar más de 480 km con una sola carga. Una recarga del 10 al 80 por ciento debería tomar alrededor de 20 minutos.
Skywell dice que el Q tendrá un motor eléctrico de 201 CV que impulsará las ruedas delanteras, lo que es suficiente para conseguir un tiempo de 0 a 100 kph de 3,9 segundos. Para ponerlo en perspectiva, el Volkswagen ID.3 GTX de 322 CV logra el mismo sprint en 5,6 segundos.
Entre el equipamiento que se anuncia en el Skywell Q se encuentran una pantalla táctil de 15,6 pulgadas, una cámara de estacionamiento de 360 grados, un techo panorámico de vidrio que se abre mucho, una pantalla ambiental de 128 colores y una plataforma de carga inalámbrica para teléfonos inteligentes.
El Skywell Q se dice que tendrá un "precio competitivo" (que aún no se anunció) y tendrá la garantía de siete años y 160.000 km, con una garantía adicional de ocho años y 250.000 km para la batería.
Su firma matriz Skyworth es una empresa bastante antigua en China, fundada en los años 80 y especializada en electrónica. Un campo que los chinos dominan hoy de principio a fin. Ahora se lanzan a la aventura de los autos con su marca Skywell.
La marca china espera vender 1.000 coches en sus primeros meses de presencia y luego alcanzar las 5.000 ventas del sedán compacto en su primer año completo. ¿La ausencia de bonificaciones? ¿Los impuestos aduaneros van en aumento? A los chinos no les importa. Claramente tienen suficiente fuerza y espacio para reducir los precios y adaptarse a las condiciones del mercado local. Una estrategia comercial agresiva que bastará para confundir y deprimir a los fabricantes europeos que se reservan la imagen de la marca. Pero ¿por cuánto tiempo más podrá mantenerse este argumento cuando los clientes vean que los chinos dan más por menos?
Héctor Daniel Oudkerk
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