Volkswagen Rusia Factory |
Tras el cierre de varias fábricas propiedad de fabricantes extranjeros, entre ellas Ford, Hyundai, Toyota y Volkswagen, Rusia está considerando la posibilidad de nacionalizarlas como represalia. Esta posibilidad no la habían tenido en cuenta los líderes occidentales aparentemente y los compromete no solo en cuanto a la pérdida de sus activos sino en cuanto a la provisión de componentes (ya que habían derivado la fabricación al este de muchas autopartes gracias a una mano de obra de calidad pero de menor costo).
Rusia califica su intento de invasión de Ucrania como una «operación militar especial«, y la decisión de algunos fabricantes extranjeros como Ford, Hyundai, Toyota y Volkswagen como una guerra contra los ciudadanos rusos. Esta situación que ha llevado a uno de los expertos del partido de Vladimir Putin, Andrei Turchak, a proponer una nacionalización de las fábricas que están detenidas y cerradas, ¿temporalmente? – por empresas extranjeras en Rusia.
“Tomaremos severas medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de la guerra». (Andrei Turchak, secretario del partido Rusia Unida)
El secretario del partido gobernante agregó: “Rusia Unida propone nacionalizar las plantas de producción de las empresas que anuncian su salida y el cierre de la producción en Rusia durante la operación especial en Ucrania. Es una medida extrema, pero no toleraremos que nos apuñalen por la espalda y protegeremos a nuestro pueblo. Esta es una guerra real, no contra Rusia en su conjunto, sino contra nuestros ciudadanos”.
Por su parte Herbert Diess, CEO del Grupo Volkswagen, manifestó que una guerra prolongada en Ucrania podría ser “mucho peor” para las economías alemana y europea que la propia pandemia del COVID-19 y de la escasez de semiconductores resultante. Las interrupciones en las cadenas de suministro globales “podrían conducir a enormes aumentos de precios, escasez de energía e inflación”, dijo Diess al Financial Times. La declaración se produce cuando los partidarios de Ucrania, incluidos muchos países europeos y sobre todo los Estados Unidos, imponen sanciones contra Rusia.
Además, colocar estos diversos activos industriales bajo supervisión nacional ayudaría a Rusia a ganar autonomía y promovería el regreso a un régimen semi-autárquico, como fue el caso durante la época de la URSS que Vladimir Putin quiere restaurar.
“Para una sociedad como Alemania, que depende mucho de la energía rusa y de las materias primas…al imaginar un escenario en el que cortamos las relaciones comerciales con Rusia, lo que probablemente tendríamos es que no podríamos comprar energía y esto conduciría inevitablemente a una situación que podría afectar considerablemente a toda Europa y a Alemania en particular”, dijo Diess.
El CEO de VW agregó que si bien estaba a favor de las “sanciones máximas” contra Rusia, cree que “tenemos que volver a las negociaciones, al diálogo…”
Volkswagen, junto con sus competidores alemanes, detuvo la producción en Rusia la semana pasada “hasta nuevo aviso”. Sin embargo, las interrupciones en la cadena de suministro causadas por la invasión rusa de Ucrania han tenido una repercusión grave en las instalaciones de fabricación europeas. Cuanto más dure la guerra, mayores serán los impactos en la fabricación internacional y no solo Rusia se verá afectada.
fuentes https://www.moniteurautomobile.be/, www.carscoops.com,
Héctor Daniel Oudkerk
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