Muy interesante prueba en vídeo de un Mini 850 clásico por Diariomotor
La obra de Sir Alec Issigonis después de dos años de trabajos en su diseño se presenta a la prensa un 26 de agosto de 1959, con el nombre de Austin Seven y Morris Minor aunque posteriormente paso a denominarle Morris Mini.
El Mini Mark III de las imágenes presenta algunas diferencias con respecto a un Mark I como la desaparición de las ventanillas deslizantes, pero su esencia y sus soluciones técnicas no cambian.
Apenas hay mandos para las luces, los limpias y la ventilación. Ni siquiera tiene radio, y el retrovisor izquierdo no era de serie. Una de las claves del Mini era la enorme cantidad de huecos portaobjetos a bordo.
Alec Issigonis decía que el interior tenían que caber 27 botellas de ginebra, y una de vermouth seco. Su cóctel favorito era el Dry Martini.
Para entrar a las plazas traseras se abate el asiento, que solo tiene una bisagra delantera, sin mecanismo de anclaje. Sorprendentemente amplio para el tamaño del auto.Por último, hemos de hablar del detalle del baúl. El Mini es un dos puertas, no un tres puertas y su baúl si bien es pequeño es muy aprovechable y cumple su función.
La mecánica del modelo básico inicial Mini 850 era un motor de 848 centímetros cúbicos, alimentado por un sencillo carburador SU, que solo desarrolla 34 CV y su velocidad máxima era de 116 km/h.
El sonido del motor invade el habitáculo. Es muy ruidoso y el coche empuja poquísimo. Además, el auto carece de servofreno y sus frenos son de tambor...
No hay dirección asistida, no hay ayudas a la conducción y no hay sistemas de seguridad pero es muy ágil y con un paso por curva sorprendente. A ello contribuye su suspensión de goma, que garantiza un paso por curva absolutamente plano, rebotona e incluso incómoda en algunos momentos, pero es eso lo que da ese comportamiento tan parecido al de un kart.
El Mini fue una verdadera revolución en el sector del automóvil. Fue un coche que demostró que era posible que cuatro personas y su equipaje viajaran en un coche de solo tres metros de longitud. Ello fue posible gracias al innovadora posición de su mecánica, dejando un 80% del volumen del coche a los pasajeros.
Pero luego vino la segunda parte de esta historia...la de la incursión en el mundo del deporte motor que terminó por darle la popularidad al modelo.
La British Motors Coporations fusionada con Morris Minor, toma las riendas de este proyecto y forma el primer equipo oficial de fábrica para Rallyes, pasando a contratar los mejores pilotos del momento.
Con todo el equipo a punto sólo les faltaba aumentar la potencia de los Mini Cooper, en el 1964 ya tenían diseñado el motor con una cilindrada de 1275 cc. y una potencia de 78 cv, a partir de ese momento su ascensión ya fue imparable consiguiendo multitud de primeros puestos en diferentes carreras de rally.
El 1275 fué el propulsor más potente y se desarrolló en base al utilizado en los fórmula Junior. Tenía un block más alto que le permitía aumentar así la cilindrada con la contra de una carrera de pistón más larga. Cooper le incluyó un nuevo cigüeñal de acero nitrurado, pistones de aluminio,dos SU, tapa trabajada con válvulas más grandes, otro árbol de levas, etc que llevaron la potencia a 76 Hp a 5.800 RPM.
En el año 1964 el Mini Cooper fue el ganador del Rally de Montecarlo pilotado la pareja británica compuesta por Paddy Hopkirk y con Henry Liddon de copiloto. |
Un año más tarde, en 1965, repetiría triunfo de Mini, aunque en esta ocasión con la pareja formada por Timo Makinen (finlandés) y el británico Paul Easter de copiloto. |
Los franceses hartos de ver que todo los años los Minis se alzaban con la victoria, ese año decidieron que ni iba a ser así, y dispusieron una vez finalizada la prueba examinar a fondo los coches para ver la forma de descalificarlos.
Según la legislación francesa las bombillas de un solo filamento estaban prohibidas y los faros principales debían tener dos filamentos para dar luz larga y de cruce. Por este motivo los tres Mini fueron descalificados.
La última victoria de Mini en el Rallye de Monte Carlo tendría que esperar hasta 1967 de la mano de otro finlandés, Rauno Aaltonen, con Henry Liddon, otra vez, como copiloto |
Sin duda alguna un vehículo adelantado a su tiempo que causó una verdadera revolución el sector del automóvil. |
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