Hakan Samuelsson, CEO de Volvo, dice que el hidrógeno no tiene futuro. ¡Advierte a otros fabricantes de automóviles que invertir en esta tecnología es una pérdida total de dinero!
Sin embargo, a primera vista, el hidrógeno solo ofrece ventajas: al igual que los vehículos eléctricos, no emiten directamente sustancias tóxicas y el reabastecimiento de combustible se realiza en pocos minutos. Sin embargo, sufren de una gran deficiencia: su rendimiento es bajo. Hoy, se necesita cinco veces más energía para alimentar un automóvil de hidrógeno que un automóvil eléctrico. Además, la tecnología de estos autos y estaciones es extremadamente costosa. Los fabricantes inteligentes, según el jefe de Volvo, ignoran esta tecnología y optan por el automóvil eléctrico.
fuente https://www.vroom.be/
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