Motor eléctrico con carcasa plástica DEmiL (Instituto Fraunhofer y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe en Alemania ) |
Investigadores alemanes han diseñado un revolucionario motor eléctrico. Más pequeño, más ligero y con mejor densidad y mejor rendimiento que bien podría imponerse para nuestros próximos coches eléctricos.
Siempre pensamos que la batería o las fuel cell son los elementos centrales de un automóvil eléctrico y que el resto es solo secundario. Esto realmente no es cierto y el motor eléctrico también es una pieza bastante maestra en esta construcción. De hecho, varios parámetros, como el peso del motor o su rendimiento, son muy importantes en el consumo de energía y, por lo tanto, en el rendimiento y en la autonomía del propio automóvil.
La eficiencia de un motor eléctrico ya es alta en sí misma: 90% contra un doloroso 40% para un motor térmico: para esta última, el 30% de la energía se pierde en el enfriamiento, el escape y la fricción, respectivamente. Las pérdidas del 10% de un motor eléctrico se encuentran en el llamado "efecto Joule", es decir, el calentamiento resultante del paso de la corriente en los cables de bobinado. Los investigadores del Instituto Fraunhofer y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe en Alemania se fijaron el objetivo de desarrollar un nuevo tipo de motor eléctrico que sea más ligero, más eficiente y menos costoso.
El aspecto más innovador del motor reside en la realidad en el estator, es decir, la parte fija del motor a diferencia del rotor giratorio. Los alambres de cobre que constituyen el estator tienen aquí una forma rectangular, lo que permite apretarlos más en favor de la compacidad y el peso. "Este diseño elimina la necesidad de conducir el calor a través de un marco de metal hacia la carcasa exterior. De hecho, ya no es necesario un alojamiento de refrigerante y ya no es necesario que el chasis sea metálico ", explicó Robert Maertens, uno de los asociados en la investigación. La carcasa está hecha de polímeros, que también es más ligera. El diseño del motor también se ha reevaluado para que el calor se disipe más fácilmente, siempre para salvar el circuito de refrigeración.
Tradicionalmente, los chasis de los motores son de aluminio. Pero el uso de plástico una vez más reduce este peso. Y esa no sería la única ventaja: también reduciría la inercia térmica y ofrecería una mayor densidad de potencia. En resumen, este es un motor que, además de un retorno más favorable, también sería mucho más sencillo de construir y, por lo tanto, menos costoso. No se ha comunicado fecha de comercialización potencial de este motor. Pero este proyecto, apodado DEmiL, se encuentra en la fase de producción y espera su primera aplicación concreta. Ver más: https://diarioautomotor.blogspot.com/2019/03/motores-electricoslos-de-imanes.html
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