IMSA anunció un firme compromiso con las carreras electrificadas, primero con el lanzamiento planificado de motores híbridos en su plataforma DPi de próxima generación, junto con posibilidades tanto en ETCR como en una versión completamente eléctrica. Proyecto prototipo
La idea de la IMSA calcaría algunos parámetros de la Fórmula E, al menos inicialmente. El decir, la de un chasis común y también un sistema de transmisión, pero daría libertad para las motorizaciones y quizás para la carrocería.
"Nosotros siempre miramos al futuro. No estamos quietos. No nos conformamos con repetir siempre lo mismo", ha dicho un portavoz de la IMSA, quien confirmó que su enfoque y el de la Fórmula E es muy distinto, quizás porque tratarían de entronizar esta categoría en sus propios mítines. "Siempre hemos querido tener un papel de liderazgo y esta es una gran ocasión", añadió el portavoz.
Una delegación de representantes de IMSA visitará el E-Prix de la ciudad de Nueva York el próximo mes para obtener experiencia de primera mano en carreras eléctricas, así como las operaciones dentro del Campeonato de Fórmula E FIA de ABB. Se cree que ePrototype o ETCR no estarían listos antes de 2022, con Atherton que indica que la finalización de sus regulaciones DPi 2.0 es "una prioridad" antes de desarrollar otras posibles plataformas de carreras.
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