Recordemos que si bien la venta de autos eléctricos es una de sus principales actividades, el objetivo de Tesla final está en la producción y desarrollo de baterías en dónde está el verdadera negocio de Tesla, de ahí que Tesla además de vender vehículos también comercialice sistemas de almacenamiento energético domésticos e industriales, placas solares, etc.
Pero en la carrera de las baterías se sigue necesitando una reducción de los costes, una difícil meta que según muchos expertos debería llegar pronto, pero que a la postre no termina de ser alcanzada. Así, Tesla podría estar cerca de conseguir este nuevo objetivo a través del uso de supercondensadores, recurriendo a la compra del fabricante Maxwell para contar con la última tecnología en este campo.
Usando supercondensadores una recarga completa podría medirse en muy pocos minutos
El uso de supercondensadores es una de las eternas promesas en coches híbridos y eléctricos, una de esas tecnologías que siempre han pretendido desafiar a las baterías, pero que llegado el momento no ha pasado de programas experimentales o la competición. Frente a las baterías, los supercondensadores ofrecen una alta tolerancia a los ciclos de recarga (mayor vida útil), mucha mayor velocidad de carga y descarga, pero por contra una capacidad de almacenamiento muy inferior.
Sin revelar los detalles de este acuerdo de compra entre Tesla y Maxwell más allá de una compra por valor de 219 millones de dólares, todo parece indicar que estamos ante el principio de una línea de investigación donde se combine baterías y supercondensadores para sacar lo mejor de cada tecnología. Como sabemos las baterías están diseñadas para almacenar energía. Las hay de todos los tipos y materiales, siendo las más modernas y eficientes aquellas que integran litio. El capacitor (o condensador) también junta energía, pero no se destaca por su capacidad de almacenaje sino por su capacidad de entrega. Un capacitor puede darte una buena (y a veces mortal) patada, ya que su fuerte pasa por la transferencia de grandes cantidades de energía, no por el almacenamiento.
Ahora imaginemos esto en un auto eléctrico. En este tipo de vehículos, la energía no sólo se usa sino que también se obtiene mediante diversos sistemas como los frenos regenerativos. Además, en muchas ocasiones es necesaria una entrega total y abundante de energía, entonces, las baterías están sometidas a bruscos ciclos de carga y descarga, que acortan su vida útil. Los capacitores son capaces de entregar y recibir la energía mucho mas rápido que las baterías, y ahí es donde se ponen en juego sus ventajas.
Para probar su desarrollo, la gente de NAWA adaptó un paquete de baterías utilizado en la Fórmula E para ser usado junto a su nuevo ultracapacitor, logrando el mismo desempeño y rango pero ahorrando nada menos que un 30% de peso, ya que se pudo reemplazar parte del paquete de baterías de litio por estos capacitores para que se encarguen del trabajo violento. Esta complementación también permite una mayor vida útil del paquete de baterías, actualmente el componente más costoso en cualquier vehículo eléctrico o híbrido.
El paso siguiente radica en la puesta en producción de estos capacitores y de eso se trata esta fuerte inversión de Tesla-
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