Si bien el Fiat 500 eléctrico o 500e fue lanzado por el fabricante italiano en 2012 ahora se ha vuelto a ver en el CES 2019.
El modelo, recién desvelado en la cita de electrónica de consumo de Las Vegas, integra por ejemplo un sistema de monitorización de su entorno mediante cámaras (incluida una de largo alcance), radares y sensores, que según la empresa mejora aún más las capacidades de elementos como el asistente de ángulo muerto, el asistente de cambio de carril o la alerta de colisión trasera.
Las cámaras traseras del vehículo pueden hacer las veces de retrovisores, mientras que la cámara delantera sirve, junto al radar LiDAR de largo alcance, para detección de carriles, obstáculos, peatones o reconocimiento de señales, por ejemplo. El vehículo puede también mantener la distancia con el vehículo precedente.
En el interior también hay sensores capaces de monitorizar la actividad del conductor y detectar la posición de su cabeza, la apertura de los ojos o el diámetro de sus pupilas, por ejemplo, además de analizar su ritmo cardíaco o la frecuencia de su respiración con el objetivo de determinar la actividad emocional o la carga cognitiva.
Según Harman, ser capaces de detectar el estado del conductor es fundamental de cara al futuro éxito de los vehículos con sistemas de conducción autónoma de nivel 3, de manera que estos coches puedan saber si el "conductor" estaría listo para tomar las riendas de la propia conducción.
El tablero de instrumentos es digital con dos pantallas en formato panorámico (una de ellas flotante y táctil) y de una consola central simplificada, con únicamente los botones para los modos de la transmisión.
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