Son 1,86 kilómetros, como dicen muchos: “apenas cuatro curvas que salpican la recta” que prácticamente se dibuja sobre los terrenos de la "casita" de Lord March, pero aun así el Festival de la Velocidad de Goodwood deja año tras año imágenes dolorosas para todos los amantes del motor. Durante el ensayo previo al Shootout que se celebrará mañana se han podido ver algunos errores y problemas que han terminado por ejemplo con el Ford Escort RS200 de Pat Doran muy dañado.
Era su hijo, el también británico, Liam Doran, al que le tocaba realizar la demostración en la subida con la bestia que construyó su padre para Pikes Peak. El piloto de rallycross apenas llevaba unos metros cuando poco después terminar de perder el coche cuando el capó trasero del RS200 PPIHC volaba por los aires y con él los sueños del ex piloto del World RX de realizar un gran registro que se acercara hoy a los eléctricos. Resultado, un buen susto para Liam, la suspensión trasera dañada y con un pequeño conato de incendio que no llegaría a más.
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