El nuevo "pequeño" Ferrari, el Amalfi, que hereda el posicionamiento y el objetivo de su predecesor. el Roma. Ser el Ferrari para todas las ocasiones.
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| Al igual que el Roma, el Amalfi parte del V8 biturbo de 3.9 litros de la familia F154, perfeccionado en varios aspectos para mejorar el rendimiento y la eficiencia. La potencia aumenta hasta los 640 CV a 7500 rpm gracias a una mayor presión de sobrealimentación. Este motor ha ganado cuatro premios consecutivos al "Motor del Año" (2016-2019) y sigue destacando por su equilibrio entre usabilidad y potencia a altas revoluciones. |
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Ha mejorado su flexibilidad a bajas revoluciones y su progresión hasta la línea roja, gracias a dos turbocompresores twin-scroll y a la gestión electrónica que controla de forma independiente la velocidad de ambos turbos. La última evolución incluye un ahorro de peso (-2,5 kg), aceite de baja viscosidad y una cartografía revisada. La transmisión de doble embrague y ocho velocidades, derivada del SF90, se ha optimizado para combinar confort y rendimiento urbanos: dócil en ciudad, ágil y precisa en curvas.
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El Amalfi se presenta con una apariencia elegante, pero bajo la carrocería se esconde mucho más de lo que se ve a simple vista. En modo Confort o Wet, es sorprendentemente dócil, pero al cambiar a los ajustes más deportivos, la respuesta cambia radicalmente: la entrega de potencia se vuelve plena, casi impetuosa, y controlar el sobreviraje se convierte en una necesidad cuando ya se tiene la mayor parte de los 760 Nm de par a 2000 rpm bajo el pie.
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En comparación con el Roma, ofrece un paquete dinámico más completo. El ABS Evo y el sistema de frenado por cable (by wire) mejoran la modulación del pedal, con distancias de frenado de menos de 31 metros desde 100 km/h. La dirección, equipada con un avanzado sistema de estimación de agarre integrado en la dirección asistida eléctrica, permite una conducción más precisa en rutas mixtas rápidas.
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| La aerodinámica activa se encarga del resto: el alerón trasero móvil gestiona la carga en función de la aceleración longitudinal y lateral, estabilizando el coche en curvas y frenadas bruscas. Las cifras lo confirman: 0-100 km/h en 3,3 segundos, 0-200 km/h en 9,0 segundos y más de 320 km/h. |
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| El estilo del Amalfi también sigue la lógica de la evolución: el frontal prescinde de la parrilla Roma para una entrada de aire más limpia, y los nuevos faros delanteros y traseros le confieren una expresión más decidida, con sutiles referencias a la tradición. |
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| En el interior, el regreso de los botones físicos en el volante, el nuevo botón de encendido y la nueva consola central, mejoran la ergonomía y la sensación de control. |
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| El Amalfi se presenta así como un Ferrari que no se centra necesariamente en el impacto visual, sino en una coherencia técnica y estilística que lo hace utilizable a diario sin sacrificar el carácter del Cavallino Rampante. |
Héctor Daniel Oudkerk
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