Un nuevo incendio en uno de los grandes buques de carga utilizados para transportar automóviles. Más de 3000 vehículos en llamas en el Océano Pacífico

Un nuevo accidente a bordo de uno de los grandes buques de carga utilizados para transportar vehículos. La noche del miércoles 4 de junio, la Guardia Costera de Estados Unidos intervino en respuesta a una llamada de socorro lanzada por el Morning Midas, a 480 kilómetros de la costa de Alaska, tras un incendio en la bodega de carga. El buque mercante transportaba más de 3000 vehículos, muchos de ellos eléctricos e híbridos.

El carguero, con bandera liberiana pero gestionado por Zodiac Maritime, había zarpado del puerto chino de Yantai y se dirigía al puerto mexicano de Lázaro Cárdenas. A bordo, según lo informado por la Guardia Costera estadounidense, se encontraban 3159 vehículos, de los cuales 65 eran eléctricos y 681 híbridos. Los 22 tripulantes se encontraban a salvo, tras abandonar el buque mercante en un bote salvavidas y buscar ayuda en el Cosco Hellas, uno de los tres barcos que navegaban en las aguas cercanas al lugar del incendio. 

Aún se desconocen las causas del incendio. Sin embargo, según la información inicial recopilada por Zodiac, se observó la primera columna de humo saliendo de la cubierta que albergaba los vehículos eléctricos. Actualmente, el Morning Midas se encuentra a la deriva, pero la Guardia Costera y el operador marítimo ya han iniciado las actividades necesarias para recuperar el buque mercante y evitar el desastre ambiental causado también por el combustible en los tanques: el buque, según estimaciones iniciales, debería llevar a bordo unas 350 toneladas de gas combustible y 1530 toneladas de petróleo.

Dicho esto, este no es el primer accidente que afecta a un carguero para el transporte de material rodante (en la jerga se les llama Ro-Ro, acrónimo de roll-on/roll-off, por el equipo específico para la carga y descarga de vehículos). Hace dos años, el incendio a bordo de la Fremantle Highway, frente a la costa holandesa, fue noticia, pero aún más grave fue el desastre del Felicity Ace, que se hundió cerca de las Azores con su cargamento de miles de Lamborghinis, Bentleys y Audis.

En los últimos años, ha aumentado la preocupación entre los operadores navieros y las compañías de seguros por los incendios a bordo de buques mercantes que navegan por los mares del mundo. Según Allianz, el año pasado el número de incidentes de este tipo alcanzó su máximo histórico en una década. «La realidad es que el riesgo sigue siendo significativo debido al tamaño de los buques y a la complejidad de las labores de extinción de incendios y rescate», explicó la compañía alemana. Los riesgos asociados a las baterías de coches eléctricos son especialmente preocupantes: numerosos estudios han descartado que los vehículos eléctricos de batería sean más peligrosos que los coches endotérmicos, pero el problema radica más en la dificultad de extinguir las llamas en un paquete de baterías.

Héctor Daniel Oudkerk