Ford presentó la versión actualizada de su SUV eléctrico Mustang Mach-E. Escuchando a sus clientes, la marca del óvalo le incorpora una serie de mejoras notables que refuerzan su atractivo.
El diseño exterior gana personalidad con tres nuevas tonalidades: Velocity Blue, Molten Magenta Red y Terrain Sand. Para completar este aspecto más audaz, Ford presenta un splitter frontal negro brillante y una nueva parrilla negra exclusiva del modelo GT. Las llantas no se quedan atrás, estando las llantas de entrada de gama las que hasta ahora estaban reservadas para los acabados Premium, mientras que estos últimos pueden optar por unas nuevas llantas de aleación negras de 19 pulgadas, que acentúan su aspecto deportivo. 
El interior no escapa al restyling. El selector de marchas se traslada a la columna de dirección, junto a un nuevo interruptor multifunción que combina intermitentes y limpiaparabrisas. El resultado: una importante ganancia de espacio en la consola central, ofreciendo más almacenamiento y una presentación más minimalista. El sistema de info-entretenimiento SYNC 4 también se beneficia de una actualización para una mayor intuición.
La mayor innovación técnica es la introducción de la bomba de calor de serie en toda la gama. Un gran avance que reduce el consumo energético en invierno al limitar el uso intensivo de la batería para calentar el habitáculo. El beneficio es doble: mayor confort en climas fríos y autonomía preservada, o incluso mejorada, en condiciones climáticas extremas.
Por último, en cuanto a la tecnología de a bordo, la conducción autónoma BlueCruise, que permite soltar el volante en las autopistas francesas homologadas. Con estos ajustes, Ford está refinando aún más su posicionamiento en el altamente competitivo mercado de los SUV eléctricos premium, centrándose en el estilo, la tecnología y la comodidad diaria.
Héctor Daniel Oudkerk
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