martes, 24 de septiembre de 2024

Industria / Las ventas de vehículos eléctricos en Europa se desploman un 44% mientras los fabricantes de automóviles luchan por legislaciones más flexibles y más apoyo. No es menor que no se han encontrado soluciones a los problemas de los EV como lo son la poca autonomía y el largo tiempo de recarga.

La desaceleración de  ventas de los vehículos eléctricos está haciendo sentir su presencia en toda Europa, lo que ha llevado a los fabricantes de automóviles a pedir urgentemente un "alivio a corto plazo" de los estrictos objetivos de CO2 de la Unión Europea. En agosto de 2024, las ventas de vehículos eléctricos de batería (BEV) se desplomaron un asombroso 43,9 por ciento interanual en la Unión Europea.

Según los datos de ventas publicados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), las ventas de BEV totalizaron solo 92.627 unidades en agosto de 2024, lo que supone un fuerte descenso con respecto a las 165.204 unidades del mismo mes del año pasado. Esta drástica caída hizo que la cuota de mercado de los BEV se redujera al 14,4 por ciento, frente al 21 por ciento anterior.

Esto está impulsado principalmente por las fuertes caídas en los mercados de BEV más grandes de Europa. Como informamos recientemente, Alemania experimentó una impactante disminución del 68,8 por ciento, mientras que Francia no se quedó atrás con una caída del 33,1 por ciento.

Las ventas de vehículos a gasolina cayeron un 17,1 por ciento, con 213.057 unidades. Las ventas de Diésel cayeron un 26,4 por ciento, o 72.177 unidades, mientras que las híbridas enchufables sufrieron un descenso del 22,3 por ciento, con 45.590 unidades vendidas. Curiosamente, solo los híbridos no enchufables experimentaron un crecimiento, registrando un aumento del 6,6 por ciento con 201.552 unidades.

Los fabricantes de automóviles han invertido miles de millones en esfuerzos de electrificación para cumplir con las estrictas regulaciones de emisiones y prepararse para la inminente prohibición de los motores de combustión interna (ICE) en Europa. Sin embargo, ahora se enfrentan a la cruda realidad de que los consumidores no los quieren.

Las causas estiman que son la inadecuada infraestructura de carga y la insuficiencia de incentivos fiscales. Además, la falta general de crecimiento económico y aceptación de los consumidores agrava aún más estos problemas, dejando a los fabricantes de automóviles lidiando con la incertidumbre en su transición hacia un futuro eléctrico. Por otra parte no se han encontrado soluciones técnicas a los problemas de los EV como son la poca autonomía y el largo tiempo de recarga.

Los fabricantes de automóviles están expresando su preocupación de que las regulaciones actuales no reflejen el "profundo cambio en el clima geopolítico y económico de los últimos años". En su comunicado, subrayan que "la industria no puede permitirse esperar a la revisión de la estricta normativa de CO2 en 2026 y 2027".

A la luz de esta situación, la junta de ACEA aboga por un "alivio a corto plazo" de los objetivos de CO2 para 2025 para automóviles y furgonetas. Creen que estas medidas facilitarían una transición más fluida hacia una movilidad de cero emisiones, salvaguardando al mismo tiempo el futuro industrial de Europa.

Héctor Daniel Oudkerk

No hay comentarios:

Publicar un comentario