Para GM es un revés en todos los sentidos: la compañía, entre las primeras en anunciar la transición a totalmente eléctrica en 2035, ha seguido apostando muy fuerte por los BEV, a pesar de los cambios en el plan de producto y las dificultades en el desarrollo de importantes innovaciones alimentadas por baterías. Dicho esto, desde Detroit quisieron aclarar cómo el target se refería a la capacidad de producción y no a la producción real y cómo las estrategias siempre se han caracterizado por una flexibilidad extrema, con el fin de adaptar los volúmenes a la demanda real. Sin embargo, poco cambia: GM se ve en la necesidad de revisar sus programas debido a objetivos que actualmente son inalcanzables. Hasta el punto de no querer seguir hablando de los objetivos de 2025.
El tema es que esta apuesta hacia la electrificación total de GM, que ahora está en revisión como afirmó Mary Barra, hizo que en su momento la marca americana cancelara varias líneas de producción (Cruce, Impala, Malibu, etc) que aún eran rentables.
Héctor Daniel Oudkerk (Diario Automotor)
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