Renault Scénic Vision |
Los monovolúmenes están en decadencia, pero la historia del Renault Scénic no terminó…el exitoso monovolumen francés se reinventará en un nuevo modelo que llevará el mismo nombre, la habitual vocación familiar, pero con formas completamente distintas, a medio camino entre una berlina de cinco puertas y un crossover. Y como si fuera poco con una mecánica que combina la electricidad con el hidrógeno como extensor de rango.
La presentación definitiva tendrá lugar en 2024 pero el concept Scénic Vision ya nos ofrece un avance concreto, al menos en lo que se refiere al diseño exterior, claro que todo aderezado con algunos efectos especiales.
La estética es la parte más cercana a la apariencia final: según Renault, el 90% del trabajo está hecho. Por tanto, el próximo Scénic será un crossover todoterreno de líneas casi deportivas, del que se desprende claramente la impronta de Gilles Vidal, ex diseñador de Peugeot que llegó a Boulogne-Billancourt traído por el CEO Luca De Meo.
Las dimensiones serán las de este prototipo (4 metros y 49 de largo por 1 y 90 de ancho, con una distancia entre ejes de 2 metros y 83 centímetros) que por lo tanto se ubicará en el segmento C.
Al ingresar se realiza un viaje al futuro. Según Renault, algunas de las soluciones propuestas en la cabina llegarán a la producción en serie alrededor de 2027-28, pero la sensación va más allá. El volante es una campana, el info-entretenimiento se da en múltiples pantallas: además de la principal, hay diez mini-pantallas configurables que se utilizan para funciones específicas. Un panel adicional que se coloca entre el tablero y el parabrisas y que aumenta el ángulo de visión, etc.
Los asientos están diferenciados (el asiento del conductor tiene más forma y contención, el del pasajero es más cómodo) y los parlantes están integrados en cada reposacabezas, para crear una dimensión de sonido óptima y personalizada.
Hablando de propulsión, este prototipo mira aún más lejos pero es interesante. Nace sobre una plataforma que combina electricidad e hidrógeno con dos objetivos: reducir el impacto ambiental y solucionar los problemas de autonomía y repostaje en viajes largos.
En concreto, la tracción se confía a un motor eléctrico trasero de 160 kW: el mismo que el Mégane E-Tech, alimentado por una batería de iones de litio de 40 kWh. Es decir, de un paquete de acumuladores más pequeño (y por tanto menos pesado) del que necesitaría, porque se agrega una pila de combustible (fuel cell) de 15 kW situada en la parte trasera, detrás de la batería, se encarga de alargar la autonomía recargando los acumuladores. La pila de combustible se reabastece a su vez con un depósito de hidrógeno de 2,5 kg, estibado a 350 bar de presión, situado en la parte delantera.
Con esta configuración, la cadena cinemática -dice Renault- permite afrontar recorridos de 800 km con un solo repostaje de hidrógeno: una parada en boxes de cinco minutos, mucho más corta que el tiempo necesario para una posible recarga.
Héctor Daniel Oudkerk
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