Las previsiones de la caja neta conjunta de Volkswagen, Daimler (Mercedes) y BMW apuntan a una cómoda salida de la crisis para los tres grandes grupos automovilísticos alemanes. Según el consenso de analistas afrontarán la recuperación tras la pandemia con la mayor cantidad de dinero en tesorería de su historia, lo que refleja músculo financiero para invertir y aguantar el pulso de Tesla y de los fabricantes chinos en el mercado del coche eléctrico y para repartir un dividendo atractivo entre sus inversores.
La bolsa ya refleja en parte la expectativa de una pronta recuperación del sector, uno de los más castigados por el coronavirus, que, sin haber superado las consecuencias de la guerra comercial, tuvo que enfrentar, primero, un shock de demanda sin precedentes y, después, una aceleración de la tendencia hacia la electrificación. Ahora, con la visibilidad que aportan los avances en el desarrollo de las vacunas, surge como una de las industrias mejor situadas para la reconstrucción económica.
El primer campo de batalla para confiar en unas expectativas de ganancias que tras el shock de la pandemia se disparan es la movilidad verde; el segundo es China. El beneficio operativo de Volkswagen rozará los 18.000 millones para el 2022, según las mismas previsiones, lo que implica un crecimiento del 200% desde el suelo de 2020.
Tesla se ubica actualmente como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, con un 28% de cuota de mercado y unas ventas de 179.050 coches eléctricos en la primera mitad de 2020. En junio de 2019, sus acciones se intercambiaban por solo 30 dólares. A estas alturas, en las que la pandemia del coronavirus ha actuado de acelerador de tendencias, su precio supera los 550 dólares, cerca de un 1.500% más.
La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y Volkswagen se disputan la segunda plaza, con una cuota de mercado respectiva del 10%, con 65.521 unidades y 64.542 unidades vendidas, respectivamente. El cuarto y quinto puesto lo ocupan el gigante chino BYD y la coreana Hyundai, ambas con una cuota del 7%.
Al margen de la posición en el mercado del auto eléctrico, la otra clave para analizar el sector del automóvil es China, que en los últimos años ha llegado a representar el 30% del mercado mundial de la automoción. El gigante asiático aumentará en este 2020 su importancia global ante el hundimiento del resto por la pandemia del coronavirus y si, ya era clave para los fabricantes, "ahora es crucial"
El primer impulso llegó ya en junio, tras conocerse que las ventas de vehículos crecieron en el país en mayo, tras 11 meses cayendo. Una evolución única en la pandemia. En Europa, los tres grandes grupos alemanes son los mejores posicionados.
BMW obtuvo en 2019 un 19,7% del total de sus ingresos en China, mientras que Daimler (Mercedes), un 11% y Volkswagen, un 17,2%, pero en toda Asia-Pacífico. Esta exposición y su intención de reforzar su presencia en la segunda economía del mundo -la primera en comenzar a salir de la crisis- les garantiza poder amortiguar mejor que Renault, Fiat Chrysler o PSA (la matriz de Peugeot y Citroën) el desplome de las ventas en Europa, su mercado principal, y en la mayor parte del mundo.
El primer campo de batalla para confiar en unas expectativas de ganancias que tras el shock de la pandemia se disparan es la movilidad verde; el segundo es China. El beneficio operativo de Volkswagen rozará los 18.000 millones para el 2022, según las mismas previsiones, lo que implica un crecimiento del 200% desde el suelo de 2020.
Tesla se ubica actualmente como el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, con un 28% de cuota de mercado y unas ventas de 179.050 coches eléctricos en la primera mitad de 2020. En junio de 2019, sus acciones se intercambiaban por solo 30 dólares. A estas alturas, en las que la pandemia del coronavirus ha actuado de acelerador de tendencias, su precio supera los 550 dólares, cerca de un 1.500% más.
La alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y Volkswagen se disputan la segunda plaza, con una cuota de mercado respectiva del 10%, con 65.521 unidades y 64.542 unidades vendidas, respectivamente. El cuarto y quinto puesto lo ocupan el gigante chino BYD y la coreana Hyundai, ambas con una cuota del 7%.
Al margen de la posición en el mercado del auto eléctrico, la otra clave para analizar el sector del automóvil es China, que en los últimos años ha llegado a representar el 30% del mercado mundial de la automoción. El gigante asiático aumentará en este 2020 su importancia global ante el hundimiento del resto por la pandemia del coronavirus y si, ya era clave para los fabricantes, "ahora es crucial"
El primer impulso llegó ya en junio, tras conocerse que las ventas de vehículos crecieron en el país en mayo, tras 11 meses cayendo. Una evolución única en la pandemia. En Europa, los tres grandes grupos alemanes son los mejores posicionados.
BMW obtuvo en 2019 un 19,7% del total de sus ingresos en China, mientras que Daimler (Mercedes), un 11% y Volkswagen, un 17,2%, pero en toda Asia-Pacífico. Esta exposición y su intención de reforzar su presencia en la segunda economía del mundo -la primera en comenzar a salir de la crisis- les garantiza poder amortiguar mejor que Renault, Fiat Chrysler o PSA (la matriz de Peugeot y Citroën) el desplome de las ventas en Europa, su mercado principal, y en la mayor parte del mundo.
fuente: el economista.es
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