El Safe Light Regional Vehicle ha sido desarrollado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR-National Aeronautics and Apace Research Centre) con el objetivo de convertirse en un vehículo para desplazamientos particulares y ser la base de una plataforma para el transporte intermodal en las ciudades.
DLR presentó este concept car por primera vez hace unos dos años. Desde entonces, el equipo de desarrollo ha estado trabajando en un prototipo que ahora ha realizado su primera prueba real en carretera. Según DLR, el SLRV, es una plataforma tecnológica para una movilidad individual, silenciosa y sin emisiones a nivel local. Con un peso de 450 kilogramos, es un vehículo especialmente adecuado para uso particular en desplazamientos cortos o como un vehículo compartido dentro de un servicio de carsharing eléctrico. “Es una nueva solución de movilidad que combina la más alta tecnología con unas condiciones de uso determinadas para que sea rentable”. asegura Tjark Siefkes, subdirector del Instituto de Conceptos de Vehículos de DLR.
A la vista de los costes de producción que conlleva, se estima que el precio del SLRV será de aproximadamente 15.000 euros. DLR está trabajando ahora en la optimización de las tecnologías de producción asociadas ya que las estructuras hechas de materiales tipo sándwich aún no se han utilizado en la producción en serie de vehículos. Por ahora, con este prototipo, ha logrado demostrar el potencial de este método de construcción, que era el principal objetivo del proyecto.
DLR presentó este concept car por primera vez hace unos dos años. Desde entonces, el equipo de desarrollo ha estado trabajando en un prototipo que ahora ha realizado su primera prueba real en carretera. Según DLR, el SLRV, es una plataforma tecnológica para una movilidad individual, silenciosa y sin emisiones a nivel local. Con un peso de 450 kilogramos, es un vehículo especialmente adecuado para uso particular en desplazamientos cortos o como un vehículo compartido dentro de un servicio de carsharing eléctrico. “Es una nueva solución de movilidad que combina la más alta tecnología con unas condiciones de uso determinadas para que sea rentable”. asegura Tjark Siefkes, subdirector del Instituto de Conceptos de Vehículos de DLR.
Para el sistema propulsor, DLR ha diseñado una pequeña fuel cell de H2 con una potencia continua de 8,5 kW que alimenta directamente el motor eléctrico. Entre estos dos componentes ha montado una batería de tracción, que se recarga de la celda de combustible, y que es capaz de proporcionar 25 kW adicionales de potencia para las fases de aceleración. Según el equipo de desarrollo, esta combinación pesa menos que los sistemas de baterías convencionales, pero al mismo tiempo asegura una autonomía de unos 400 kilómetros y una velocidad máxima de 120 km/h. El tanque de hidrógeno está ubicado entre los dos asientos y tiene una capacidad de 39 litros, es decir, puede almacenar 1,6 kilogramos de hidrógeno a una presión de 700 bar. El SLRV utiliza el calor residual de la celda de combustible para calentar su interior. Además, el aislamiento térmico que proporciona la carrocería tipo sándwich en invierno repercute positivamente en el consumo energético del sistema de climatización del vehículo. |
fuente: hibridosyelectricos.com,
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