En plena era de downsizing, cuando los titulares anuncian muscle-cars híbridos y variantes eléctricas para pick-ups de gran tamaño, una nueva evaluación llega a darle la razón a los defensores del V8. De acuerdo con pruebas realizadas por Car and Driver, la Chevrolet Silverado con motor turbo de cuatro cilindros gasta más nafta que la versión impulsada por un V8.
La potencia de ambos motores son relativamente parecidas. El motor turbo de 2.7 litros de la Chevrolet Silverado 1500 desarrolla 310 hp y 348 lb-pie, mientras que del V8 de 5.3 litros se obtienen 355 hp y 383 lb-pie. Ambos utilizan una transmisión automática de ocho velocidades y tracción integral. Según información de la EPA ( U.S. Environmental Protection Agency) la Silverado 2.7 T es 11% más ahorradora; según Car and Driver, no.
La publicación estadounidense realizó una prueba de manejo en carretera a 120 km/h durante 320 kilómetros para descubrir que, de hecho, la Chevrolet Silverado V8 gasta menos combustible que la de cuatro cilindros, a pesar de ser 142 kg más pesada. El promedio obtenido fue de 8.9 km/l, contra sólo 7.6 km/l.
Los motivos que señala Car and Driver son variados y muy lógicos. Para mantenerse a esa velocidad, la versión de cuatro cilindros debe exigir más a su turbocargador; la de ocho cilindros, en cambio, puede mantener el ritmo más relajado con menor esfuerzo. Además, el V8 de General Motors lleva un software que le permite desactivar cilindros si no son necesarios.
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| Chevrolet V8 de 5.3 litros |
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