La tecnología que ya está presente en muchos automóviles puede identificar con anticipación el riesgo de colisión y activar la frenada de emergencia para que en el mismo instante en que el conductor toque el pedal se aplique la máxima fuerza de frenado, o incluso podría incluso frenar automáticamente. Ahora sin demasiados avances tecnológicos, más allá de los ya presentes, el coche que recibirá la colisión lateral podría detectar que el choque este se va a producir con cierta anticipación, la suficiente como para desplegar un airbag exterior, que aumente el área de deformación controlada, y que absorba parte de la energía del impacto.
La idea de los airbag exteriores resulta, además de llamativa, un tanto transgresora. Estamos acostumbrados a que los airbags se desplieguen en el interior del vehículo, y siempre con el fin de proteger diferentes zonas del cuerpo del conductor y sus pasajeros. ZF propone algo que no es la primera vez que vemos, la idea de un airbag exterior. Sí hemos visto en los últimos años la proliferación de dispositivos pirotécnicos, en ocasiones similares a un airbag, destinados a reducir las lesiones de los peatones en caso de atropello.
Con esta tecnología, que la compañía alemana ZF presentará estos días en unas conferencias sobre seguridad, y airbags, creen que el riesgo de lesiones graves en los pasajeros, en una colisión lateral, podría reducirse en un 40%. Y por complejo, y atípico que nos resulte el concepto de airbag externo, parecen cifras lo suficientemente importantes como para dar una oportunidad a este tipo de sistemas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario