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domingo, 5 de octubre de 2025

Pantallas en los automóviles: ¿se ha llegado al límite?

¿Hay demasiadas pantallas en nuevos autos? Al ver que algunos fabricantes han sustituido recientemente los instrumentos analógicos por paneles digitales gigantes, esta es la pregunta que viene a la mente... Sobre todo porque surgen dudas sobre la ergonomía y la seguridad.

El nuevo Mercedes GLC eléctrico incorpora una enorme pantalla táctil que abarca todo el ancho del tablero.
En los últimos meses, varios fabricantes de automóviles han presentado sus nuevos modelos con una característica en común: pantallas gigantes, en una o más secciones, que abarcan todo el ancho del tablero. Indicadores, sistema multimedia, entretenimiento para los pasajeros, climatizador... Las pantallas digitales son ahora equipamiento de serie en casi todos los vehículos nuevos, incluso en los autos urbanos económicos o SUV urbanos de fabricantes convencionales. Pero entonces, con la proliferación y crecimiento de estas pantallas en nuestros habitáculos, ¿en qué momento deberíamos dar por terminada la situación?
El Buick Riviera de 1986 fue uno de los primeros en incorporar una pantalla táctil central.

La primera pantalla táctil en un vehículo data de 1986, con el Buick Riviera. Este sistema, aún muy arcaico, más parecido a un televisor de tubo de rayos catódicos, fue rápidamente abandonado por ser demasiado avanzado para su tiempo. Fue finalmente durante la década de 1990 cuando la pantalla central (inicialmente no táctil con rueda de control) se generalizó, especialmente en vehículos de alta gama, que gradualmente incorporaron sofisticados sistemas de navegación. Posteriormente, la pantalla se incorporó a los autos urbanos más populares en las décadas de 2000 y 2010, con la llegada de sistemas multimedia más completos que incorporaban conectividad Bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto, y ordenadores de a bordo más completos. Este avance tecnológico ha permitido, en ocasiones, liberar espacio en los tableros y las consolas centrales al reducir el número de botones. Pero cada vez más fabricantes apuestan por esta famosa pantalla táctil central, a menudo de tamaño generoso (el estándar ahora es de entre 10 y 15 pulgadas, según la gama de modelos) y, en ocasiones, equipada con funciones sorprendentes como la posibilidad de dividirla en dos o girarla a formato vertical u horizontal según se desee (por ejemplo, en BYD). Esto también les permite ahorrar dinero en controles, todos agrupados en una sola pantalla, e incluso en materiales. Esto último no es menor.
En China, el nuevo Lexus ES cuenta con dos pantallas contiguas. La versión europea prescinde de la que mira hacia el pasajero.

Se insiste con frecuencia en que el enfoque "totalmente táctil" impuesto por algunos fabricantes (Tesla, Polestar o Xpeng, por nombrar algunos) claramente no es la mejor opción. En primer lugar, desde el punto de vista ergonómico. Incluso si conoce bien el vehículo, a veces es difícil encontrar ciertas funciones fácilmente sin apartar la vista de la carretera durante mucho tiempo. Con funciones cada vez más avanzadas, los menús y ajustes se han vuelto considerablemente más largos, lo que nos obliga a explorar con más profundidad las pantallas disponibles. ¿Se debería legislar? Y si tenemos en cuenta que usar el móvil al volante (está prohibido, por si acaso...) triplica el riesgo de accidente, con un aumento del 50 % en los tiempos de reacción de media... Según la Autoridad Francesa de Seguridad Vial, leer un mensaje al volante multiplica por 23 el riesgo de accidente, ya que requiere que el conductor desvíe la vista de la carretera una media de 5 segundos.
El futuro Porsche Cayenne Electric prioriza las pantallas, con un exclusivo panel curvo en el centro y una pantalla opcional para el pasajero.

Entonces, ¿Se debería legislar sobre el tamaño de las pantallas en los vehículos? Esta es la pregunta que nos hacemos al ver los tableros de los recientes Mercedes CLA y GLC eléctricos, el futuro Porsche Cayenne Eléctrico, o incluso el Lexus ES y el Smart #5.
Afortunadamente, la Unión Europea ya lo ha hecho al imponer un filtro opacificante para la pantalla del pasajero, que supuestamente oscurece el panel para no distraer al conductor.

Héctor Daniel Oudkerk

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