La firma de lujo retrasa su nuevo auto eléctrico. Porsche se hunde un 8,22% y Volkswagen un 7,98% (y todo el sector les sigue).
Pero, ¿Qué ha sucedido concretamente? Porsche canceló un futuro SUV de lujo eléctrico (que queda retrasado sin fecha) y anunció que añadiría más modelos con motor de combustión e híbridos para reforzar su cartera. Este cambio de estrategia ha supuesto unas pérdidas de 1.800 millones de euros. Se trata de un nuevo revés para la industria automovilística alemana, que se enfrenta a unos costos elevados y unas ventas moderadas.
Este profit warning supone un duro golpe para la industria alemana, debido a los mayores costos de producir localmente, la menor demanda y un mercado chino a rebosar (su principal fuente de ingresos) que cada vez es más difícil para sostener las ventas actuales. un nuevo revés para una crisis que no termina.
Volkswagen también está viéndose afectada muy seriamente por la situación de Porsche. Si bien Volkswagen está logrando hacer avances en el sector eléctrico, donde ha superado a Tesla, Stellantis y BYD (en Europa), la realidad es que están atrapados por todos los problemas mencionados, iniciando un plan para reducir costes y soportar mejor el impacto de un contexto complicado. Todo esto a solo 10 años de que tengan que dejar de venderse cualquier vehículo de combustión en Europa. Si bien políticos como el canciller alemán, Friedrich Merz, han dicho que se trata de algo poco realista, la realidad es que esta 'espada de Damocles' todavía supone un gran riesgo para un sector en horas bajas.
Frente a todos estos problemas, las marcas de lujo de Volkswagen solían ser el salvavidas para rentabilidad de la compañía. Daba igual la crisis, los modelos deportivos siguen siendo demandados y los altos precios (y capacidad de subirlos) suelen ser un comodín para un grupo como el alemán. Sin embargo, el conjunto de todas sus marcas de lujo, con Bentley, Lamborghini o Ducati, también redujeron sus previsiones debido a la debilidad de China y EEUU.
En ese sentido, la nueva alarma de Porsche supone un aviso para todo el corazón industrial germano (y europeo) y es por ello que las caídas en estas empresas han seguido a las de su rival. Mercedes Benz se hunde cerca de un 3%, mientras que BMW hace lo propio un 2,19%. Stellantis, por su parte, cede un 2,92%.
Esto ha chocado también con "unos punitivos aranceles del 25% a los automóviles de la UE". Uno de cada siete automóviles alemanes acaban en EEUU, por lo que el golpe es importante. Esto sumado a "unos costes laborales significativamente más altos que en otros países con industria automotriz importante", provocan que "sea muy dudoso que se produzca un cambio en la situación de Alemania. Una crisis que está lejos de terminar".
Héctor Daniel Oudkerk
fuente : https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias



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