Hace tan solo seis meses, Stellantis aún promocionaba sus nuevos vehículos utilitarios propulsados por hidrógeno. En la feria Hyvolution de París, el grupo presentó el Peugeot e-Boxer Hydrogen y el Citroën ë-Jumpy Hydrogen, ambos equipados con pila de combustible. En aquel momento, la producción de estos modelos estaba prevista en Hordain (Francia) y también en Gliwice (Polonia).
En seis meses, la situación ha cambiado significativamente. En plena reestructuración, el grupo acaba de decidir abandonar por completo esta tecnología y el programa de vehículos utilitarios Pro One. En un nuevo comunicado de prensa oficial, Stellantis explica que ya no cree en el hidrógeno a medio plazo.
"En un contexto en el que la compañía se moviliza para cumplir con los requisitos regulatorios de CO2 en Europa, Stellantis ha decidido finalizar su programa de desarrollo de tecnología de pila de combustible de hidrógeno", explica Jean-Philippe Imparato, director de operaciones para la Gran Europa, en este comunicado de prensa. El mercado del hidrógeno sigue siendo un nicho de mercado, sin perspectivas de rentabilidad económica a medio plazo. Debemos tomar decisiones claras y responsables para garantizar nuestra competitividad y satisfacer las expectativas de nuestros clientes a través de nuestras ofertas eléctricas e híbridas, tanto para turismos como para vehículos comerciales ligeros, declaró.
Según el mismo comunicado de prensa, Stellantis no prevé la adopción de vehículos comerciales ligeros propulsados por hidrógeno antes de finales de la década.
En busca de una solución para Symbio
Esta decisión no afectará a la plantilla de las plantas de producción de Stellantis. Las actividades de investigación y desarrollo relacionadas con el hidrógeno se reorientarán hacia otros proyectos, añadió. Sin embargo, será necesario encontrar una solución para Symbio, socio y desarrollador de sistemas de propulsión de pilas de combustible de hidrógeno, en el que Stellantis, Michelin y Forvia también tienen participaciones. Stellantis ha iniciado conversaciones con los accionistas de Symbio para evaluar el impacto de la situación económica actual y proteger al máximo los intereses de Symbio, respetando los compromisos de cada parte, según el comunicado.
Las razones de esta interrupción son múltiples. La primera, obviamente, es la falta de perspectivas comerciales. Stellantis anunció su proyecto de vehículo utilitario de hidrógeno hace tiempo; ha tenido tiempo de evaluar la demanda, que es más que escasa. No hay ninguna perspectiva de rentabilidad. Y esto ocurre en un momento en que el fabricante francés atraviesa una grave crisis, con una fuerte caída de las ventas y mientras los problemas con los modelos con motores térmicos aún están lejos de resolverse (una nueva llamada a revisión por problemas de motor en el Puretech de 3 cilindros de 2da generación).
Desde una perspectiva estrictamente financiera, Stellantis tiene toda la razón al abandonar el hidrógeno. Y desde una perspectiva tecnológica, sin duda es una pena, pero se está invirtiendo tanto dinero en baterías que una tecnología competidora como la pila de combustible de hidrógeno no puede seguir el ritmo.
Héctor Daniel Oudkerk
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